La Dra. Dahlianie Nieves, hematóloga oncóloga, profundizó en la problemática de los cánceres vinculados al virus del papiloma humano (VPH), centrándose en particular en el creciente riesgo de cáncer de cuello uterino en mujeres.
«El cáncer de cuello uterino es un tipo de cáncer que afecta a la parte final del cuello del útero en la mujer», explicó la doctora.
La diversidad de cepas de VPH destaca, pero la Dra. Nieves señala las cepas 16 y 18 como las más directamente asociadas al riesgo elevado de desarrollar cáncer cervical. Asimismo, el preocupante aumento de la incidencia en Puerto Rico en los últimos años, según los resultados de 2021 de la Escuela de Ciencias Médicas y la Escuela de Salud Pública, no escapó a su atención.
«Es una situación triste, ya que contamos con numerosas herramientas para combatirlo, y preferiríamos que estos números no siguieran en aumento», lamentó la especialista.
Una enfermedad silente
La falta de síntomas en las etapas iniciales del cáncer de cuello uterino se convierte en una dificultad clave, llevando a la Dra. Nieves a enfatizar la importancia de las pruebas de seguimiento. «Es solo a través de exámenes de detección realizados por el médico que se puede identificar una anomalía, indicativa de la posibilidad de cáncer», destaca, resaltando la necesidad de estar alerta.
La Dra. Nieves insta a prestar atención a síntomas como sangrado vaginal fuera del periodo menstrual o un sangrado más profundo de lo usual, señalando que «estos síntomas no son normales y deben motivarnos a buscar atención médica». Otros signos como dolor en la parte baja de la espalda, molestias en el área pélvica, y sangrado en la orina o en las heces también son considerados señales de advertencia, requiriendo atención médica inmediata.
El factor de riesgo predominante sigue siendo la exposición al VPH, y la Dra. Nieves destaca la influencia de la actividad sexual. «Saber sobre el historial sexual de uno mismo y de la pareja es una parte importante de la prevención y el cuidado de la salud», subraya, destacando la importancia de abordar estos temas para una vida más saludable.
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Exámenes para prevenirlo
Las recomendaciones de la Guía de Oncología de Ginecología indican pruebas de citología cervical para mujeres a partir de los 21 años, incluso en ausencia de síntomas. «La idea es no esperar a tener síntomas, sino iniciar las pruebas de detección a partir de los 21 años», afirma la Dra. Nieves. Para diferentes grupos de edad, se sugieren estrategias de seguimiento, incluyendo la prueba del VPH.
En el caso de diagnósticos positivos, la Dra. Nieves subraya la importancia de la detección temprana. «La tasa de supervivencia a cinco años para pacientes con enfermedad temprana es alrededor del 91%», destacando la relevancia de la detección temprana y el tratamiento oportuno.
Dirigiendo su atención a otros tipos de cáncer asociados al VPH, como en la vagina, vulva, ano, y cabeza y cuello, la Dra. Nieves resalta la educación sobre el riesgo individual y la importancia de la vacunación. «Evitar procedimientos invasivos mediante la prevención a través de la vacunación es realmente notable», subraya, instando a aprovechar las vacunas disponibles desde los 9 años hasta los 45.
Enfatizando la educación desde el hogar, la Dra. Nieves concluyó: «La educación comienza en el hogar, y al estimular a nuestros niños a cuidarse con algo tan simple como una vacuna, contribuimos a formar adultos conscientes de las herramientas de salud. Esto, a su vez, puede ayudar a reducir la incidencia de cánceres y promover una vida más longeva y saludable».
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