«Rhaiza Vélez fue una mujer vibrante que nos dejó prematuramente a la edad de 32 años, era madre de tres niños un niño de un año, otro de tres y el más pequeño tenía tan solo cinco meses cuando recibió el devastador diagnóstico de cáncer.
La vida de Raiza Vélez Plumey fue interrumpida por el cruel embate del cáncer cervical, una batalla que libró con valentía hasta que, lamentablemente, falleció unos meses después. A pesar de que sus sueños de criar a sus hijos se vieron truncados, Rhaiza dejó un legado impregnado de propósito profundo.
En BeHealth entrevistamos a su madre, Myra Plumey, quien recordó el legado que dejó su hija, sobre todo en la fundación de las Voces de Rhaiza.
«En una entrevista con el periódico El Nuevo Día, Rhaiza compartió su conmovedora historia, atrayendo la atención de una periodista que se acercó a ella. Su relato fue publicado, y entre las reflexiones que transmitía, destacaba su decidido deseo de evitar que otras mujeres enfrentaran lo que ella había vivido», contó.
Un rol en la prevención
Con un propósito loable en mente, Rhaiza plasmó su historia, enfatizando la importancia de la prevención y la detección temprana. «Nos recordó la imperiosa necesidad de cuidar de nuestra salud y priorizarla», dijo su madre. A lo largo de los últimos nueve años, la fundación Voces de Rhaiza ha respaldado incansablemente este movimiento, manteniendo viva la voz de Raiza y perpetuando su mensaje.
«Esta iniciativa nació cuando, tras entrevistar a Rhaiza en diciembre, se anticipaba su publicación en febrero debido a la avanzada etapa de la enfermedad. Sorprendentemente, apenas una semana después de la publicación, Raiza nos dejó».
Durante ese tiempo, Voces ya había comenzado iniciativas para la prevención temprana del cáncer cervical, pero al enterarse del fallecimiento, la conexión directa con la familia se volvió crucial. Lily, una amiga común, facilitó el contacto, compartió el deseo de continuar el mensaje de Rhaiza y así se materializó la oportunidad de mantener viva su voz.
«Surgió el movimiento, que ahora lleva ocho años participando en diversas campañas junto con Lily y su equipo en Voces. ‘Durante el mes de enero, designado como el Mes del Cáncer Cervical, me uní a ellos como portavoz, participando en numerosas actividades a pesar del dolor, la pérdida y la angustia».
«Rhaiza, desde donde esté ahora, debe sentirse bien, feliz y orgullosa de lo que ha logrado. Lo que comenzó como algo quizás inimaginable para ella ha evolucionado de manera asombrosa, y su historia sigue siendo relevante y poderosa», agregó.
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Definitivamente, la prevención es clave y hay varias maneras de lograrlo, como la vacunación y la educación. En este sentido, la madre de Rhaiza enfatizó:
«Para aquellas mujeres que enfrentan el cáncer cervical o buscan orientación, insto a que se comuniquen con Voces al 787-789-4008. ‘Voces está conectado con otras asociaciones y organizaciones, y según las necesidades individuales, pueden canalizar el apoyo necesario.’ Se están coordinando grupos de apoyo y hay diversas actividades programadas, por lo que es esencial ponerse en contacto con Voces para recibir asistencia.»
«Si Rhaiza estuviera aquí con nosotros, estoy segura de que su mensaje sería claro. Invitaría a todas las personas que nos están viendo a vacunar a sus hijos», aseveró también y señaló que, aunque Rhaiza ya estaba fuera de la edad para ser vacunada cuando la vacuna salió, si hubiera tenido la oportunidad de prevenirla, «creo que no tendría la fuerza que tengo hoy para hablar de esto». Los padres tienen la oportunidad de prevenir que la historia de Rhaiza se repita, y no solo eso, también deben priorizar su salud como madres y esposas. Es fundamental tomar medidas para protegerse y cuidar de la salud integral.»
«Nuestros cuerpos nos envían mensajes, y no podemos ignorar ni tapar esos mensajes. Darnos cuenta de la importancia de acudir a las citas médicas, de hacerse chequeos regulares y de priorizar nuestra salud es fundamental para garantizar que podamos estar presentes y saludables en todos los aspectos de nuestras vidas», contó.
Por tanto, es crucial que nuestros hijos comprendan cuál debe ser su comportamiento en términos de salud sexual. Es importante destacar que el hecho de que una mujer sea diagnosticada con cáncer cervical no está directamente relacionado con la cantidad de parejas que haya tenido. «El virus puede transmitirse incluso en relaciones monogámicas y, una vez infectado, el cuerpo no siempre elimina el virus por sí mismo».
«El mensaje clave debe ser de educación. Como madres, necesitamos comprender que vacunar a nuestros hijos no implica darles permiso para tener relaciones sexuales. Estos mensajes son esenciales tanto para mujeres como para hombres, ya que a menudo existe la percepción errónea de que la vacunación solo concierne a las mujeres. Al desterrar estos mitos y proporcionar información precisa, estamos dando a las personas las herramientas para tomar decisiones informadas sobre su salud y bienestar», finalizó.
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