La gastroenteritis es una de las condiciones más frecuentes y desafiantes que afectan a los niños en todo el mundo. Pero, ¿qué es exactamente la gastroenteritis? La Doctora Kimberly García, quien trabaja en el Centro Médico Episcopal San Lucas, nos explica que se trata de una inflamación del estómago y los intestinos que suele causar vómitos y diarreas.
«La gastroenteritis en los niños puede ser una experiencia desafiante», enfatizó la Dra. García en su reciente entrevista con BeHealth. «Es importante que los padres reconozcan los síntomas y sepan cómo responder ante esta situación». En la población pediátrica, los virus, incluyendo el rotavirus y el norovirus, encabezan la lista de culpables más comunes detrás de esta afección. Sin embargo, también pueden ser desencadenados por bacterias como la salmonella, así como por parásitos o reacciones adversas a medicamentos o alimentos.
¿Cómo se manifiesta?
Los síntomas, como señala la Dra. García, pueden variar, pero generalmente incluyen «vómitos, diarreas, náuseas, dolor abdominal y, en algunos casos, fiebre«. Estos síntomas suelen manifestarse dentro de 1 a 3 días después de la exposición a los gérmenes y pueden persistir durante 3 a 8 días. «Es crucial estar alerta a los signos de deshidratación«, advierte la Dra. García. «Esto puede manifestarse como sequedad excesiva en la boca, incapacidad para beber líquidos o disminución en la frecuencia de la orina».
En esa línea, la identificación temprana de la gastroenteritis es fundamental, y los padres deben estar atentos a cualquier cambio en el comportamiento de sus hijos, como la irritabilidad, la apatía o el rechazo a la alimentación. «En los niños pequeños, es importante observar cuántos pañales mojados tienen en un período de tres horas o más», agrega la Dra. García. «Si ha pasado este tiempo y no han orinado, es esencial consultar al pediatra».
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¿Cómo saber si es gastroenteritis?
El diagnóstico de la gastroenteritis, explica la Dra. García, generalmente se realiza mediante la evaluación clínica de los síntomas del paciente. Sin embargo, en casos de diarrea persistente, se pueden realizar pruebas de laboratorio, como cultivos de excreta, para identificar la causa específica. «Es fundamental que todo niño menor de tres meses sea evaluado», subraya. «Esto puede ser crucial para determinar si se necesitan antibióticos».
¿Cómo se trata?
En términos de tratamiento, la hidratación es clave. «La cantidad de líquidos que debe consumir el niño varía según su edad y peso», aclara la Dra. García. «Pero se recomienda asegurarse de que tome al menos la misma cantidad que de costumbre». Además, en casos de gastroenteritis bacteriana en bebés menores de 3 meses, puede ser necesario el uso de antibióticos. Para controlar la fiebre, se pueden utilizar medicamentos.
¿Se puede prevenir?
En cuanto a la prevención, la Dra. García destaca la importancia de la higiene adecuada. «Lavar los alimentos antes de consumirlos y practicar una buena higiene de manos puede reducir el riesgo de gastroenteritis», afirma. También señala la existencia de una vacuna contra el rotavirus, recomendada para niños menores de 2 años, que se administra rutinariamente a los 2 y 4 meses de edad como medida preventiva.
La gastroenteritis infantil puede representar un desafío significativo para los niños y sus familias, pero con la atención médica oportuna y las estrategias de tratamiento adecuadas, la mayoría de los casos pueden manejarse con éxito. Como la Dra. García concluye, «es importante recordar que los pediatras están aquí para brindar el mejor cuidado posible y responder a cualquier pregunta que pueda surgir en relación con la salud de su hijo o hija».
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