En un esfuerzo por enfrentar una potencial epidemia de dengue, el Departamento de Salud en Puerto Rico ha lanzado una alerta, destacando la importancia de la preparación y la prevención ante esta enfermedad transmitida por mosquitos. Según el representante de la OPS en la isla, el Dr. Castellanos, las Américas experimentaron el año pasado una cantidad sin precedentes de casos de dengue, alcanzando los 4.5 millones, lo que marca un hito en la historia del continente. Esta preocupante tendencia se ha reflejado también en Puerto Rico, donde hasta mediados de febrero de 2024 se han reportado más de 1 millón de casos, señalando un cambio significativo respecto a años anteriores.
«Queremos que la ciudadanía conozca los planes de preparación para prevenir una situación de salud pública de epidemia, momento para que todos conozcan el plan de acción», expresó un portavoz del Departamento de Salud, subrayando la necesidad de una respuesta coordinada y exhaustiva ante la amenaza del dengue.
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) en Puerto Rico está intensificando sus esfuerzos para abordar el aspecto clínico del dengue, mediante la capacitación de médicos locales en nuevas directrices y la vigilancia reforzada en la isla. Además, se está haciendo hincapié en el control de vectores, con el apoyo de fondos destinados a este fin. Como señaló el Dr. Castellanos, «sin mosquitos, no hay dengue», subrayando la importancia de la participación comunitaria en la erradicación de los criaderos de mosquitos.
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El Departamento de Salud ha implementado diversas actividades de capacitación para profesionales de la salud, centrándose en las pautas clínicas y el manejo del dengue. Esto incluye un curso de siete años sobre el manejo clínico del dengue activo, destacando la importancia de reconocer las fases de la enfermedad: aguda, crítica o grave, y de recuperación o convalecencia.
«Los síntomas del dengue pueden ser inespecíficos y aparecen después de aproximadamente una semana de la picadura del mosquito», explicó una experta del Departamento de Salud. «Es crucial vigilar signos como fiebre, dolor de cabeza severo, vómitos, diarrea y erupciones cutáneas, y buscar atención médica inmediata en caso de síntomas graves o sospecha de dengue hemorrágico».
La vacunación se presenta como una estrategia fundamental de prevención, especialmente para niños de 9 a 16 años con antecedentes de dengue. Sin embargo, se advierte sobre la necesidad de mantener una vigilancia continua y eliminar los criaderos de mosquitos para controlar la propagación del virus.
«Todos tenemos un papel esencial en la prevención del dengue», enfatizó el Departamento de Salud. «Este es el momento para actuar, mediante la eliminación de criaderos de mosquitos, el uso de repelentes y la búsqueda de atención médica ante cualquier síntoma sospechoso».
Síntomas de alerta
Es importante estar alerta a los síntomas del dengue, que pueden manifestarse de manera gradual y variar en gravedad. Los síntomas iniciales suelen aparecer alrededor de una semana después de la picadura del mosquito infectado. Entre los signos más comunes se incluyen la fiebre, que puede ser alta y repentina, y el dolor de cabeza severo, que a menudo se describe como detrás de los ojos y empeora con el movimiento ocular. A medida que la enfermedad progresa, pueden surgir otros síntomas como vómitos, diarrea y erupciones cutáneas. Es importante destacar que muchos pacientes pueden ser asintomáticos o presentar síntomas leves, por lo que la vigilancia activa es esencial para detectar y tratar oportunamente los casos de dengue.
El dengue se presenta en varias fases distintas, cada una con sus características y riesgos asociados. La fase aguda marca el inicio de la enfermedad, caracterizada por la aparición de los síntomas mencionados anteriormente. A medida que la fiebre comienza a ceder, el paciente puede entrar en la fase crítica, donde su condición puede mejorar o empeorar. En esta etapa, es crucial monitorear de cerca al paciente, ya que los síntomas pueden indicar una progresión hacia el dengue grave, que puede ser potencialmente mortal. Los signos de alarma incluyen vómitos persistentes, dolor abdominal intenso, sangrado de encías o nariz, y dificultad para respirar. Ante la presencia de estos síntomas, se recomienda buscar atención médica de inmediato para recibir un manejo clínico adecuado.
La última fase de la enfermedad es la de recuperación o convalecencia, en la cual el paciente comienza a recuperarse gradualmente de los síntomas agudos. Sin embargo, es importante seguir vigilando cualquier signo de complicaciones, ya que el dengue puede dejar secuelas graves, especialmente en casos de dengue grave.
¿Cómo prevenir la propagación?
Para prevenir la propagación del dengue, es crucial adoptar medidas preventivas tanto a nivel individual como comunitario. Se recomienda usar ropa holgada que cubra la mayor parte del cuerpo, especialmente durante las horas del día en las que los mosquitos son más activos. Además, es fundamental revisar regularmente los patios y jardines en busca de posibles criaderos de mosquitos, como recipientes con agua estancada, y eliminarlos o vaciarlos.
Tapar adecuadamente los recipientes donde se almacena agua, limpiar las áreas propensas a acumular humedad y utilizar productos para el control de vectores, como pesticidas, también son medidas efectivas para reducir la población de mosquitos. La participación activa de cada individuo en la eliminación de criaderos y la adopción de prácticas de prevención contribuirá significativamente a mitigar el riesgo de propagación del dengue en la comunidad.
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