¿Una inyección para bajar de peso? El medicamento inyectable conocido técnicamente como semaglutida tiene la aprobación federal desde 2017 para el tratamiento de la diabetes tipo 2, una condición que afecta a más de 35 millones de personas en Estados Unidos. Aunque inicialmente diseñados para el tratamiento de la diabetes tipo 2, cada vez más personas sin diabetes u obesidad están utilizando estos medicamentos por sus efectos adelgazantes.
Según estudios, aquellos que usan semaglutida experimentan una pérdida promedio del 15% de su peso corporal, e incluso más en algunos casos. Sin embargo, los expertos en salud advierten que estos medicamentos no deben ser utilizados como una solución rápida para la pérdida de peso en personas que no los necesitan o no cumplen los requisitos de salud para recibirlos. Además, el aumento en su uso puede contribuir a la escasez de estos fármacos.
Como todos los medicamentos, esta medicina tiene efectos secundarios y riesgos, como náuseas, dolor de estómago, vómitos y diarrea.
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Otros efectos secundarios que enumera la FDA son: dolor de cabeza, fatiga, indigestión, mareos, distensión abdominal, flatulencia, gastroenteritis y enfermedad por reflujo gastroesofágico. Además, la pérdida de peso rápida también puede hacer que la piel pierda colágeno y elastina, lo que provoca lo que algunos medios han llamado la «cara de semaglutida», con un aspecto demacrado.
Tomar estos medicamentos para perder peso puede acarrear efectos secundarios desagradables, además de tener un impacto significativo en el bolsillo. La semaglutida es costosa (más de $1,000 mensuales) y no está garantizado que los seguros médicos la cubran, incluso para aquellos que cumplen con los criterios de la FDA para su uso.
¿Qué es la semaglutida?
La semaglutida pertenece a la clase de fármacos conocidos como agonistas del receptor de péptido similar al glucagón tipo 1 (GLP-1), que han estado en uso desde aproximadamente 2005. Estos medicamentos ayudan al páncreas a liberar la cantidad adecuada de insulina cuando los niveles de azúcar en la sangre son altos. También ralentizan la digestión, lo que lleva a una sensación de saciedad más rápida, y ayudan al cerebro a controlar el hambre y los antojos.
¿Quién puede beneficiarse de la semaglutida?
La semaglutida puede ser una herramienta poderosa para adultos con sobrepeso. Incluso una pérdida del 5% del peso corporal puede reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares y otros problemas crónicos de salud. Sin embargo, es importante destacar que la FDA solo aprueba Ozempic para adultos con diabetes tipo 2, mientras que Wegovy se aprueba para personas con un índice de masa corporal (IMC) de 30 o más, o un IMC igual o superior a 27 con al menos un problema de salud relacionado con el peso, como hipertensión o colesterol alto.
¿Y las personas que no tienen diabetes ni son obesas?
Aunque los médicos pueden recetar medicamentos aprobados por la FDA para usos no especificados por la agencia, en el caso de la semaglutida, no hay indicación para su uso en personas que no tienen diabetes tipo 2 ni sobrepeso.
Es importante entender que las inyecciones semanales de semaglutida no son una solución rápida para la pérdida de peso, sino un compromiso de la salud a largo plazo. Además, pueden causar efectos secundarios desde náuseas hasta pancreatitis en casos raros.
Estos medicamentos están diseñados para pacientes con exceso de peso y otros factores de riesgo metabólico que podrían beneficiarse de la pérdida de peso. Se recomienda consultar con un médico especializado en endocrinología u obesidad para evaluar adecuadamente los riesgos y beneficios de estos medicamentos y su uso apropiado.
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