«Amor y otras drogas» presenta una perspectiva diferente sobre la enfermedad de Parkinson, ya que se entrelaza con una trama romántica y cómica.
La película, dirigida por Edward Zwick y estrenada en 2010, sigue la historia de Maggie Murdock, (interpretada por Anne Hathaway), una joven artista que lucha contra el párkinson, y Jamie Randall (interpretado por Jake Gyllenhaal), un representante de ventas de la industria farmacéutica.
A medida que ambos personajes se enamoran, la película aborda temas de intimidad y aceptación en medio de las dificultades de la enfermedad.
La película resalta los retos físicos y emocionales que enfrenta Maggie debido a su enfermedad. Su relación con Jamie se desarrolla en medio de la aceptación de la condición de Maggie, explorando el impacto del párkinson en su vida cotidiana y en sus relaciones personales. La representación de los síntomas de la enfermedad, la lucha contra la rigidez y los temblores, se aborda con sensibilidad y autenticidad.
La trama presenta otro punto de vista, la experiencia del cuidador. Jamie aprende a lidiar con los desafíos únicos que presenta el párkinson en una relación romántica. La película captura la complejidad emocional de cuidar a alguien con una enfermedad crónica y la necesidad de adaptarse y comprometerse.
«Amor y otras drogas» ofrece una representación de la enfermedad de Parkinson y cómo afecta las relaciones personales. A través de su enfoque en el compromiso en medio de la adversidad, la película ofrece una visión de la vida de una persona con una enfermedad crónica.
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¿Qué es la enfermedad de Parkinson?
La enfermedad de Parkinson es un trastorno que progresa gradualmente, impactando el sistema nervioso y las áreas del cuerpo que están bajo la influencia de los nervios. Esta enfermedad afecta principalmente a las personas mayores y provoca que las neuronas se degraden progresivamente.
Muchos de los síntomas del párkinson responden a una pérdida de las neuronas que producen dopamina, un tipo de neurotransmisor del cerebro. El descenso de los niveles causa una actividad cerebral irregular, lo que desencadena varios síntomas relacionados con el Ppárkinson.
Factores de riesgo
Los elementos que incrementan la probabilidad de desarrollar la enfermedad de Parkinson son los siguientes:
- Edad: Es raro que los adultos jóvenes padezcan esta enfermedad, generalmente se manifiesta en la segunda mitad de la vida o en la vejez, con un mayor riesgo a medida que se envejece. La mayoría de las personas la contraen alrededor de los 60 años.
- Herencia: La presencia de un familiar cercano con la enfermedad de Parkinson aumenta las posibilidades de desarrollar el trastorno, aunque el riesgo sigue siendo bajo a menos que haya múltiples casos en la familia.
- Sexo: Los hombres tienen una mayor probabilidad de desarrollar la enfermedad de Parkinson en comparación con las mujeres.
- Exposición a toxinas: La continua exposición a herbicidas y pesticidas puede incrementar ligeramente el riesgo de padecer la enfermedad de Parkinson.
Prevención
Dado que la causa de la enfermedad de Parkinson aún no se comprende completamente, existen métodos para reducir los factores de riesgo.
Los profesionales de la salud, sugieren que la práctica regular de actividades como: ejercicio físico o alimentación adecuada podría disminuir el riesgo de padecer la enfermedad de Parkinson.
De igual manera, estudios recientes han puesto de manifiesto que aquellas personas que consumen tabaco y/o café tienen menor riesgo de padecer esta enfermedad. Sin embargo, no puede concluirse que el tabaco o el alcohol prevengan totalmente la aparición de la enfermedad y en ningún caso.
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