El dengue, una enfermedad transmitida por mosquitos, sigue siendo una preocupación constante. La OMS destaca que este, causado por cuatro tipos diferentes de virus, es endémico en Puerto Rico, y el riesgo de contraer la enfermedad es alto para quienes viven en la isla caribeña.
Según el representante de la OPS en la isla, el Dr. Castellanos, las Américas experimentaron el año pasado una cantidad sin precedentes de casos de dengue, alcanzando los 4.5 millones, lo que marca un hito en la historia del continente. Esta preocupante tendencia se ha reflejado también en Puerto Rico.
Los datos sobre la situación actual del dengue en Puerto Rico son alarmantes. Hasta el 18 de febrero de 2024, se habían notificado 348 casos de dengue en la isla, con 211 personas hospitalizadas, incluyendo 19 casos graves. Aunque aún no se han reportado muertes relacionadas con el dengue en este año, la amenaza persiste.
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Los municipios con mayor notificación de casos incluyen San Juan, Bayamón y Aguadilla, mientras que las zonas más afectadas son San Juan, Carolina y Bayamón. Los serotipos circulantes del virus incluyen DEN1, DEN2 y DEN3, y los datos demográficos muestran que los grupos de edad más afectados son los adultos de 40 a 59 años, seguidos por adolescentes y adultos jóvenes.
Las autoridades de salud están tomando medidas activas para abordar la propagación del dengue. Se han implementado programas de control de vectores que educan a la población sobre cómo prevenir las picaduras de mosquitos y eliminar los criaderos.
Además, se están llevando a cabo iniciativas específicas en áreas identificadas como de alto riesgo, como Bayamón, donde se han instalado trampas de mosquitos para identificar comunidades con mayor riesgo de transmisión. A pesar de estos esfuerzos, la situación sigue siendo preocupante, con semanas consecutivas sobre el umbral de alerta y un aumento constante en los casos de dengue.
Ante este escenario, las autoridades de salud hacen un llamado a la prevención y a prestar atención a los síntomas del dengue. Es fundamental que la población esté informada y tome medidas para protegerse a sí misma y a sus comunidades del dengue, una enfermedad que sigue representando un desafío significativo para Puerto Rico.
La comunidad puede contribuir evitando la acumulación de agua estancada, utilizando repelente de mosquitos y manteniendo limpios los espacios al aire libre para evitar la proliferación de mosquitos. Además, es crucial buscar atención médica si se experimentan síntomas de dengue, como fiebre alta, dolores musculares y articulares, y erupción cutánea.
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