La obesidad infantil es un problema de salud pública que ha ido en aumento en las últimas décadas. Se define como el exceso de grasa corporal que afecta negativamente la salud de un niño. Uno de los impactos preocupantes de la obesidad infantil es su relación con la pubertad temprana, un fenómeno que ha despertado la atención de los profesionales de la salud y los padres por igual.
¿Qué es la pubertad temprana?
La pubertad es el proceso de desarrollo físico y sexual que transforma a un niño en un adulto capaz de reproducirse. La pubertad temprana, también conocida como pubertad precoz, ocurre cuando estos cambios comienzan antes de lo esperado, generalmente antes de los 8 años en las niñas y los 9 años en los niños.
¿Cuál es la relación con la obesidad?
La Dra. Sheila Pérez Colón, quien se desempeña como endocrinóloga pediátrica, nos compartió información relevante sobre este tema crítico que afecta a tantas familias en la actualidad. La galena explicó a BeHealth que la obesidad se determina mediante el índice de masa corporal (IMC), una medida que relaciona el peso y la altura de manera significativa. «Cuando el IMC está entre el 85% y el 94% en la gráfica, hablamos de sobrepeso. Si supera el 95%, estamos frente a la obesidad.»
Una de las cosas que más preocupa a la Dra. Pérez Colón es la conexión directa entre la obesidad y el inicio temprano de la pubertad. «Resulta que la obesidad desencadena la producción excesiva de hormonas como la leptina, y esto puede adelantar la pubertad de manera sorprendente al influir en el funcionamiento del cerebro». Esta revelación nos hace comprender que la salud de nuestros niños va mucho más allá del número en la báscula; está intrínsecamente ligada a su bienestar general y su desarrollo.
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¿Cómo combatir la obesidad?
Para combatir la obesidad y reducir el riesgo de que la pubertad llegue antes de tiempo, la Dra. Pérez Colón nos aconseja seguir algunas pautas clave en cuanto a la alimentación, el descanso y el ejercicio.
«Es esencial que los niños tengan una dieta equilibrada que incluya frutas, verduras, y una cantidad adecuada de carbohidratos y proteínas». Además, nos recuerda la importancia de optar por agua en lugar de bebidas azucaradas para mantenerse hidratados y saludables.
En cuanto al movimiento, la Dra. Pérez Colón nos alienta a que los niños realicen actividades físicas diarias. «Pueden ser juegos en casa, deportes que les gusten o simplemente salir a dar un paseo en familia», sugiere. La actividad física no solo ayuda a mantener un peso saludable, sino que también fortalece el corazón, los músculos y mejora el estado de ánimo de manera significativa.
Los padres también tienen un rol fundamental en este proceso. «Nosotros, como padres, somos modelos a seguir para nuestros hijos,» nos recuerda la Dra. Pérez Colón. Cuando los padres se involucran en actividades físicas con sus hijos, se crea un ambiente de apoyo y motivación que hace que los hábitos saludables sean más fáciles de mantener.
Además de estos cambios en el estilo de vida, la Dra. Pérez Colón informó sobre los tratamientos médicos disponibles para la obesidad infantil. «Existen medicamentos que pueden ayudar en casos específicos, pero es crucial que cualquier intervención sea supervisada por un especialista,» advierte, resaltando la importancia de la atención médica personalizada.
Enfrentar la obesidad infantil implica un enfoque compasivo y completo que abarca la nutrición, el movimiento y la atención médica. «Cada niño es único, y debemos entender que su bienestar va más allá de los números en una gráfica,» concluyó la Dra. Pérez Colón.
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