En Puerto Rico, se avecina una preocupante crisis en el acceso a servicios médicos especializados.
Un reciente estudio de la firma de consultoría FARO, encargado por la Asociación de la Industria Farmacéutica de Puerto Rico (PIA), proyecta una escasez de endocrinólogos y otros sub especialistas en los próximos seis años, lo que amenaza con dificultar aún más el acceso a la atención médica para miles de personas en la isla.
El informe advierte que el análisis solo incluye a los médicos activos o que estarán practicando la medicina en ese momento, pero no contesta cuántos estarían disponibles para atender pacientes.
Se tomó en consideración las especialidades de más demanda por la alta prevalencia de ciertas condiciones: endocrinólogos, cardiólogos, neumólogos pediátricos, reumatólogos, neurólogos, dermatólogos, gastroenterólogos, cirujanos generales, cirujanos de seno y cirujanos colorrectales.
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Hallazgos del estudio
Según los hallazgos del estudio, se espera que para el año 2028 solo haya disponibles aproximadamente el 22% de los endocrinólogos necesarios para satisfacer la demanda, dejando una brecha alarmante del 78%.
Esta situación no solo impactará a pacientes con diabetes u otras condiciones endocrinas, sino que también afectará a aquellos que requieren atención cardiológica, neumológica, reumatológica y otras especialidades críticas.
La escasez no solo se traducirá en retrasos y complicaciones para los pacientes, esta tendrá repercusiones económicas significativas para el país y podría resultar en una pérdida de productividad generalizada.
Ante este panorama desafiante, los expertos enfatizan la importancia de fortalecer la atención médica primaria y promover la medicina preventiva.
Medicina preventiva como aliada
La medicina preventiva desempeña un papel crucial en la promoción de la salud y la prevención de enfermedades. Su enfoque proactivo se centra en identificar y abordar los factores de riesgo antes de que las enfermedades se desarrollen.
Al intervenir de manera temprana, la medicina preventiva puede prevenir enfermedades crónicas como la diabetes tipo 2, las enfermedades cardiovasculares y ciertos tipos de cáncer. Además, contribuye a reducir la carga de enfermedad en la sociedad, mejorando la calidad de vida de las personas y optimizando el uso de recursos en los sistemas de salud.
Es crucial la colaboración entre los sectores públicos y privados, junto con un enfoque renovado en la medicina preventiva, son clave para enfrentar esta crisis y garantizar una atención médica de calidad para todos los puertorriqueños en el futuro.
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