En el marco del 1er Simposio de Diabesidad, la Dra. Viviana Sanchez-Arniella, especialista en endocrinología, abordó la relación entre la menopausia y la obesidad, un tema de creciente interés en la salud pública. La menopausia, un proceso natural en la vida de la mujer, no solo marca el fin de la capacidad reproductiva, sino que también trae consigo una serie de cambios hormonales que pueden influir significativamente en el peso corporal y la distribución de la grasa.
Según datos recientes, se estima que entre el 30 % y el 60 % de las mujeres experimentan un aumento de peso durante la menopausia, lo que puede llevar a un mayor riesgo de desarrollar condiciones como la obesidad y la diabetes.
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Se define como un periodo de 12 meses consecutivos sin menstruación, y la edad promedio de su aparición es entre los 51 y 52 años. Sin embargo, antes de llegar a esta etapa, las mujeres atraviesan por la perimenopausia, una transición que puede durar hasta 10 años y que se puede comenzar a sentir desde los 41 años. Durante esta fase, los cambios hormonales, particularmente la disminución de estrógenos, pueden provocar un aumento de peso y un cambio en la composición corporal, con un incremento notable de la grasa abdominal y visceral, la cual rodea los órganos y aumenta el riesgo de enfermedades metabólicas.
La Dra. Sanchez-Arniella explicó que «durante la perimenopausia, la distribución de la grasa cambia debido a la disminución de los niveles de estrógenos. Este cambio hormonal no solo contribuye al aumento de la grasa abdominal, sino que también está asociado con un mayor riesgo de desarrollar diabetes y prediabetes.»
Además, mencionó que, si bien la mayoría de las mujeres experimentan un aumento de peso durante esta etapa, con un promedio de 1.5 a 2 libras, no todos los cambios pueden atribuirse exclusivamente a la disminución de los estrógenos. Otros factores, como los trastornos del sueño provocados por los sofocos, también juegan un papel importante en el aumento de peso, al alterar los patrones de sueño durante la perimenopausia.
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Ante la pregunta sobre el uso de hormonas para mitigar estos efectos, la Dra. Sanchez-Arniella señaló que «no hay que tenerle pánico al reemplazo hormonal, aunque cada caso debe ser evaluado de manera individual. No todas las personas son candidatas para este tipo de tratamiento, y es fundamental que cada mujer hable con su profesional de la salud para elaborar un plan de tratamiento personalizado y efectivo.» También resaltó que, si bien existen suplementos que pueden ayudar, estos no sustituyen la importancia de un descanso adecuado y un enfoque integral en el manejo de la salud durante la menopausia.