La Organización Mundial de la Salud mantiene encendidas debido a un nuevo brote de la viruela del mono, o conocida como ‘mpox’. Esta preocupación llevó a los países de todo el mundo a concientizar a los ciudadanos sobre la importancia de estar prevenidos de la viruela símica a través de la vacunas desarrollada.
Aunque no existe una vacuna específica para el mpox, las vacunas diseñadas para la viruela han permitido minimizar el impacto de este virus, debido a este método hasta ahora, eficaz de prevención, se incluyó en las estrategias de inmunización de emergencias estipuladas por la OMS. Actualmente, estas vacunas son esenciales particularmente que está afectando gravemente África.
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¿Cuándo se recomienda la vacunación?
La vacunación está indicada principalmente en situaciones de profilaxis posexposición (PPE), es decir, tras haber estado en contacto con una persona infectada. Es fundamental que la vacuna se administre en los primeros cuatro días después del contacto cercano para garantizar su efectividad. Sin embargo, puede ser aplicada hasta 14 días después, especialmente en personas con alto riesgo de enfermedad grave, como inmunodeprimidos, mujeres embarazadas y niños.
Además, en ciertos casos, la vacunación preexposición también puede ser considerada, particularmente en adolescentes con prácticas sexuales de riesgo. En estos casos, se recomienda una dosis inicial, seguida de una segunda dosis después de cuatro semanas, si es necesario.
Si bien la mayoría de los casos reportados en el brote reciente han sido en adultos, los niños y adolescentes también pueden estar expuestos, especialmente a través de contactos domésticos o sexuales. Aunque las vacunas no están específicamente aprobadas para menores de 18 años ni para mujeres embarazadas, la OMS y otras autoridades sanitarias permiten su uso en estos grupos bajo un consentimiento informado y una evaluación cuidadosa de los riesgos y beneficios.
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Además, es importante conocer que este método de prevención puede desarrollar algunos efectos secundarios que incluso pueden llegar a ser moderados. Algunos son:
- Dolor en el lugar de la inyección
- Fiebre leve
- Dolores musculares