La epilepsia es un trastorno neurológico caracterizado por una predisposición a la aparición de crisis epilépticas. Por otro lado, una crisis epiléptica es un acontecimiento clínico provocado por una descarga eléctrica anormal a nivel de la corteza cerebral, localizada o difusa, que puede ser asintomática o provocar incluso alteraciones importantes.
Sobre la epilepsia, el doctor Javier Chapa Dávila, neurólogo orientado en epilepsia explicó a BeHealth:
“La convulsión es el síntoma, lo que el paciente experimenta y ve el testigo o familiar que se evidencia cuando el paciente cae al piso, se pone rígido, tiene movimientos involuntarios en todo el cuerpo, incontinencia urinaria, mordida de lengua, todo lo que describe el familiar o el testigo”.
Por otro lado, la epilepsia es la enfermedad de tener esas convulsiones recurrentes. Es decir, las convulsiones son un síntoma y la epilepsia es la enfermedad. “Y las convulsiones recurrentes sin ningún factor que lo provoque es lo que se conoce como epilepsia”, explicó.
Y es que se puede tener una convulsión provocada, por ejemplo, en un paciente diabético con sobredosis de insulina, que baja el azúcar y provoque una hipoglicemia, puede ocurrir una convulsión y no necesariamente ese paciente tiene epilepsia. Lo mismo puede ocurrir con un usuario de drogas que convulsione por el uso de sustancias.
Factores provocantes de epilepsia
Por otro lado, la epilepsia puede ocurrir en pacientes que tienen condiciones genéticas de nacimiento, pacientes que nacen con la predisposición genética de convulsionar. También en pacientes que tuvieron un trauma en la cabeza y esa cicatriz queda de por vida y convulsiona recurrentemente por el trauma que tuvo, o por un infarto, un sangrado, un tumor. También puede ocurrir por lesiones de nacimiento que predisponen a tener convulsiones recurrentes.
Tipos de epilepsia
Según el especialista, la epilepsia se puede clasificar según el área del cerebro. “La primera forma de diferenciar la epilepsia es en epilepsia generalizada y la epilepsia focal”, explicó el doctor Chapa.
La generalizada un tipo de epilepsia que sale del todo el cerebro a la vez y casi siempre es de origen genético: el paciente nace con alguna mutación genética que predispone a tener unas neuronas que tienden a causar convulsiones.
Por otro lado, la epilepsia focal surge de un foco del cerebro, ya sea de la zona frontal o de la zona occipital temporal, etcétera.
“Dentro de las focales hay diferentes subclasificaciones”, explicó. Además, existen diferentes tipos de síndromes epilépticos como epilepsia de ausencia de la niñez, epilepsia juvenil mioclónica, epilepsia de convulsiones cuando el paciente se levanta, epilepsia mioclónica congénita, etc.
“Así que hay muchos tipos de epilepsias diferentes y hay una clasificación diferente para las convulsiones, ya que son dos cosas aparte”, precisó el entrevistado.
Semiología de la epilepsia
El doctor explicó que este un tema bastante extenso, “siempre le recomiendo a los pacientes y a sus familiares que graben la convulsión y a través de los síntomas que se presentan yo puedo saber, en primer lugar, si se trata o no de este tipo de evento”.
Y es que con las grabaciones y la evidencia de los movimientos involuntarios del paciente se puede determinar de dónde surge la convulsión: desde los movimientos de la boca, la mano, el movimiento forzado de la cabeza, entre otros.
“También se evidencian síntomas autonómicos como la taquicardia, bradicardia, que se levanten los vellos de la piel; la salivación. Están las convulsiones hipermotoras, que el paciente tiene muchos movimientos bruscos y caóticos, típicos de conversiones del lóbulo frontal”.
Todo esto permite ayudar a localizar de qué área del cerebro viene la convulsión.
Diagnóstico de la epilepsia
“Es un diagnóstico que puede ser más difícil que un diagnóstico de cáncer, de alzhéimer o esclerosis múltiple, porque, como esos eventos a veces son esporádicos, y el paciente tiene a veces una convulsión una vez al mes o una vez cada dos meses, es importante para yo poder diagnosticarlos, capturar el evento”, manifestó el galeno.
Y es que si un paciente de párkinson, por ejemplo, llega a la oficina, fácilmente se podrán analizar sus signos al momento como el temblor, la rigidez, entre otros.
En el caso de la epilepsia, el paciente suele llegar sin signos, solo manifestando y describiendo el suceso que ya ocurrió.
“Por eso lo primero que pido es que graben las convulsiones. Lo segundo un electroencefalograma, con el que medimos la actividad eléctrica del cerebro”, explicó el doctor.
Adicionalmente, mencionó el electroencefalograma de 24 horas donde el paciente se lleva los electrodos a su casa. Sin embargo, enfatizó que la herramienta más completa es el video electroencefalograma. Un procedimiento en el que el paciente permanece en una sala durante 3 a 6 días en una unidad de epilepsia con la intención de inducirles las convulsiones mientras en su cabeza hay unos electrodos con los que se puede monitorear la función cerebral. El paciente puede caminar y moverse sin ningún problema y además todo esto es grabado. Así constituye una herramienta bien completa en el diagnóstico de epilepsia.
Y es que, según el doctor, “al menos con el 25% se ha demostrado que no es epilepsia, así que es un estudio bastante significativo”.
Además, con este estudio se puede determinar fácilmente el área del cerebro del cual viene la convulsión.
Por otro lado, con la resonancia magnética lo que queremos ver es si hay alguna cicatriz, trauma, infarto o lesión de nacimiento, ya que “hay diferentes tipos de patologías que pueden causar epilepsia y la resonancia magnética ayuda a identificar eso”.
A veces ocurre, explicó el doctor que el electroencefalograma o la resonancia magnética ofrecen resultados normales, sin embargo, esto no significa que el paciente no tenga epilepsia. “Es entonces cuando sabemos que debemos indagar más al respecto”, finalizó el especialista.