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El ABC del cáncer colorrectal

¿Qué es el cáncer colorrectal?

El cáncer colorrectal afecta al tracto final del aparato digestivo. En la mayoría de los casos se debe a una transformación maligna de los pólipos, pequeñas excrecencias derivadas de la reproducción incontrolada de células de la mucosa intestinal.

Los pólipos en muchos casos no producen síntomas y se detectan por medio de la colonoscopia. Solo los pólipos adenomatosos dan lugar a lesiones precancerosas de las que se puede desarrollar una neoplasia.

Factores de riesgo

Varios factores ambientales y de comportamiento se han asociado con el aumento del riesgo de cáncer colorrectal. De hecho, numerosos estudios han demostrado que las personas que consumen grandes cantidades de carnes rojas y embutidos, harinas y azúcares refinados, y pocas frutas y verduras están más expuestas a la aparición de la enfermedad. Lo mismo ocurre con los fumadores, los bebedores excesivos, las personas con sobrepeso y los sedentarios.

La familia y los factores hereditarios también cuentan en aproximadamente uno de cada tres casos.  En particular, el riesgo puede aumentar si la enfermedad se ha diagnosticado en un pariente cercano (padre, madre, hermano o hermana) menor de 45 años, o en varios parientes cercanos dentro de la misma familia. Otras condiciones de riesgo pueden ser las enfermedades intestinales como la enfermedad de Crohn, la colitis ulcerativa, la poliposis adenomatosa familiar (PAF) y el síndrome de Lynch.

Tratamientos

1. Cirugía

El cáncer colorrectal se trata comúnmente con cirugía. La extensión de la cirugía depende de la ubicación de la etapa del tumor. Si la enfermedad es muy extensa, también se pueden extirpar los ganglios linfáticos regionales cercanos para evitar el riesgo de que las células tumorales se extiendan a distancia.

2. Quimioterapia

La quimioterapia consiste en el uso de drogas llamadas citotóxicas o antiblásticas, que tienen la función de bloquear el crecimiento y la división de las células tumorales. Se puede administrar antes y después de la extirpación quirúrgica del tumor.

3. Radioterapia

La radioterapia consiste en usar radiación de alta energía para destruir las células cancerosas, tratando de dañar las células sanas lo menos posible. Se utiliza para los tumores rectales, pero normalmente no se aplica para el tratamiento de los tumores de colon, excepto para aliviar los síntomas en casos raros.

4. Terapia de anticuerpos monoclonales

Los anticuerpos monoclonales son sustancias que reconocen y se unen a otras proteínas (receptores), principalmente presentes en las células cancerosas, e inhiben su actividad. En el caso de la mutación del gen KRAS, estos fármacos deben combinarse con la quimioterapia: si se administran solos, no son muy eficaces.

Prevención

Es muy importante hacer ejercicio con regularidad, ya que el exceso de peso y el sedentarismo, estrechamente relacionados entre sí, están asociados con un mayor riesgo de enfermedad. En cuanto a la nutrición, las carnes rojas y en conserva (como los embutidos) deben limitarse, mientras que las verduras, como la fruta, las hortalizas, los cereales integrales y las legumbres, también por su contenido en fibra, muestran una utilidad preventiva.

Existe un vínculo entre las altas concentraciones de vitamina D en el cuerpo y un menor riesgo de cáncer de colon, pero todavía no hay pruebas claras de que el aumento de las cantidades de vitamina D pueda prevenir el desarrollo de la enfermedad. Por último, se estudian con interés los efectos de los antiinflamatorios no esteroideos en dosis adecuadas durante

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