Aún existen muchas dudas sobre las enfermedades que podría enfrentar la glándula tiroides. Para conocer más del tema, BeHealth se unió a la Dra. Nicole Canales, endocrinóloga y especialista en diabetes, metabolismo y enfermedades de tiroides, quien despejó las incógnitas que existen sobre estas patologías.
Lo primero que debes saber es dónde se ubica la tiroides: esta es una glándula, en forma de mariposa, que está al frente del cuello y que se encarga de producir hormonas que el organismo utiliza para generar energía. Sin embargo, puede presentar algunas anomalías que la especialista ahondó.
“Las enfermedades tiroideas son muchas, pero se pueden clasificar en cinco categorías de manera general. Hipotiroidismo: condición en la cual la glándula de la tiroides no produce suficiente hormona tiroidea; Hipertiroidismo: cuando hay demasiada hormona tiroidea en la sangre; Bocio: que es el agrandamiento de la glándula de tiroides; Nódulos tiroides: que son crecimientos anormales en la glándula de tiroides que pueden ser benignos o malignos y finalmente cáncer de tiroides”, expresó la Dra. Canales.
Así se puede determinar la patología
El diagnóstico de las enfermedades tiroideas, contrario a otras patologías, es más sencillo. Va desde exámenes, así como biopsias, según determinó la galena: “Se realiza una evaluación clínica completa que incluye una historia clínica y un examen físico detallado”, dijo la entrevistada, quien dio a conocer otros métodos para determinar el tipo de condición tiroidea que podría afectar a los pacientes.
“El examen físico puede incluir la palpación de la glándula tiroides y el cuello para detectar bultos o nódulos. También se pueden solicitar pruebas de laboratorio en sangre para medir los niveles de hormonas tiroideas, como lo es la hormona estimulante de la tiroides o TSH”, agregó.
Sin embargo, no en todas las condiciones de la tiroides se usan las mismas pruebas. De acuerdo con lo que explicó la endocrinóloga, para “el hipertiroidismo y el hipotiroidismo se pueden diagnosticar a través de las pruebas de función tiroidea”. Además, aseguró que, en ciertos casos, los profesionales de la salud podrían solicitar otros métodos que revelen, con más exactitud, la enfermedad a padecer.
“Las pruebas más comunes son la medición de la hormona estimulante de la tiroides, como es el TSH y los niveles de hormonas tiroideas libres como el T4 y el T3. En el hipertiroidismo primario, los niveles de T4 y T3 son altos, mientras que el TSH es bajo. Por otro lado, en el hipotiroidismo los niveles de CD4 en sangre van a estar bajos y el nivel de TSH va a estar alto”, señaló.
Para saber si hay bocio
Como ya mencionamos, esta condición puede ocasionar un agrandamiento general de la tiroides o puede ser el resultado de un crecimiento celular irregular que forma uno o más bultos (nódulos) en la tiroides. ¿Cómo se diagnostica?
“Para determinar si un paciente tiene bocio, se pueden realizar varias pruebas y exámenes que pueden incluir un examen físico. El médico puede examinar el área del cuello para detectar si hay algún agrandamiento de la tiroides o un bulto en la zona”, mencionó la doctora Canales, quien aseguró que para saber, con exactitud, si esta anomalía es grave se pueden implementar otras medidas.
“Podemos hacer una ecografía tiroidea, que puede evaluar el tamaño de la glándula tiroides, así como su estructura y consistencia. También puede detectar nódulos o masas en la glándula”, concluyó.