El estigma social es uno de los factores con los que más deben luchar los pacientes diagnosticados con psoriasis. BeHealth conoció el emotivo testimonio de un puertorriqueño que, pese a vivir con esa enfermedad dermatológica desde su infancia, hoy va por la vida enseñando que sí se puede salir adelante.
Esta es la historia de Alexis Salva, quien nos contó que en su infancia empezaron algunos de los característicos síntomas de la psoriasis. Sin embargo, solo hasta su adolescencia fue al médico que le dio la, quizá, noticia más difícil de su vida.
“Yo siempre tuve síntomas. Desde joven. Desde muy pequeño. En la escuela elemental tenía síntomas. Los primeros síntomas que tuve se manifestaron con cortaduras debajo de la oreja. Tuve síntomas en el cuero cabelludo por mucho tiempo. Pensaron que era eccema o problemas de dermatitis. Cuando entro a la universidad es que la condición agrava”, dijo Alexis.
Este paciente contó que durante su adolescencia y parte de su juventud, sus alimentos alisios “no fueron los mejores” y empezó a notar que habían ciertos productos que le afectaban considerablemente la enfermedad.
El viaje
Alexis vivió algunos años en Estados Unidos y, como allá no es tan cálido en Puerto Rico, vivió una verdadera pesadilla cuando el invierno llegó. ¿Por qué?
“Recién mudado a Estados Unidos que fui a estudiar allá el cambio de clima, la resequedad estaba en el área de New England, Boston, Massachusetts. Allí no es húmedo como en Puerto Rico y ese primer invierno fue fatal para mí. Ahí el cuero cabelludo fue casi completo, se me cubrió en escamas y gran parte de mi cuerpo empezó a demostrar ronchas y escamas, ahí es cuando por fin dicen que es psoriasis”, recordó.
Alexis rememoró que en su infancia, y ante su ignorancia frente a que tenía psoriasis, sufrió de burlas y comentarios desagradables por parte de algunos de sus compañeros de colegio. Eso repercutió en su autoestima que, finalmente, lo obligó a buscar ayuda psicológica.
“Me afectó, hubo bullying porque yo tenía escamas en el pelo. Es más ignorancia porque ni yo mismo sabía qué era lo que tenía y uno trata de arreglarse y demás. Y fue esa búsqueda de entender por qué esto está pasando y demás”, dijo.
Este puertorriqueño asegura que empezó a tomar medidas para detener su enfermedad cuando ya estaba en el high school porque “empezó como a chocarme más y fue en un taller que tuve que aprender a quererme a mí mismo y de adulto también, porque no es fácil. Ahora es fácil cubrirse con ropa profesional y demás, pero uno quiere estar en y pantalón corto”, reconoció.
El tratamiento
Actualmente, Alexis trata los síntomas de su enfermedad con la ingesta de medicamentos biológicos porque, dijo, “estéticamente se me salió de control la enfermedad ya de adulto”. ¿Por qué? Fueron los síntomas que empezó a experimentar que lo llevaron a buscar otras opciones de tratamiento que le permitiera controlar esos factores.
“Me empieza a salir en mi frente, me llegaba hasta en el cuero cabelludo, hasta abajo, casi la nariz, las orejas y todo. Entonces ahí es que por la frustración como que ya no hay nada” contó.
Eso fue lo que lo llevó a buscar terapia que le permitiera entender e internalizar que la psoriasis “es pa’ largo, esto es para siempre”, dijo.
Los tips
Tras varios años de vivir con la enfermedad, Alexis ahora intenta empoderar a los pacientes para que busquen alternativas que les permitan controlar su enfermedad y vivir más tranquilos. Estos son algunos de sus consejos.
“No todo es medicina, también los alimentos. Para mí el alcohol es algo que así sea módico me pone mal de verdad. Si yo consumo mucho se me ponen las escamas más gruesas y molestan. Yo no puedo tomarte más de una bebida con la cena”, dijo.
Además, le recomendó a los pacientes con psoriasis que dejen la “comida procesada y coman frutas y vegetales lo más posible”. Sobre las bebidas, aconsejó beber “agua y evitar los refrescos, las bebidas con alto contenido de azúcar”.
Sobre la salud mental de quienes padecen la enfermedad, Alexis les dejó otros consejos para que entiendan que hay días fáciles y otros no tanto.
“No todo está en como tú lo veas. Esto es parte de ti. Es perfectamente manejable a veces, y lo digo más por experiencia propia, uno siente que el mundo se va a acabar. Yo recuerdo que me salió un barro en la cara y yo me quería morir. Si había una actividad, imagínese una roncha como estas. Pero es perfectamente manejable en el punto en que estamos hoy día con la medicina, los tratamientos, la información, programas como este difundiendo la información. Estamos a miles de millas de donde estábamos en el pasado hace diez años”, dijo.