Nicole Yanzell es una joven madre que dedica su vida al cuidado de Ángel, su pequeño hijo de 6 años que fue diagnosticado con autismo cuando apenas tenía 18 meses.
El trastorno del espectro autista (TEA) es un trastorno cerebral con el que se nace. Afecta a la comunicación y a la interacción social y va acompañado de patrones de comportamiento e intereses restringidos y repetitivos.
En el caso particular de Ángel, sus episodios de furia y la falta de contacto visual y de socialización con su entorno hicieron sospechar a Nicole que algo no estaba bien.
“Ángel es bello y precioso como todo un ángel pero el autismo y sus diferentes diagnósticos han llegado más allá de lo que mamá puede ayudar sola”, destaca Nicole.
Pese a ser insistente en la necesidad de un control exhaustivo en la salud de su pequeño, la respuesta de su pediatra siempre era que Ángel tenía un comportamiento normal y que los niños iban más atrás que las niñas en su desarrollo, pero su corazón de madre sabía que esto no era así.
Así, antes de que su pequeño Ángel cumpliera sus cuatro años, fue aceptado en un programa ABA (Análisis de comportamiento aplicado), que lo acompañaba en su proceso en la escuela y en casa durante sus vacaciones, pero pese a esto, los cambios en su estado de salud no reflejan algún tipo de mejoría.
Contrario a ello, Ángel ha estado exhibiendo comportamientos impulsivos de autoagresión que se han salido de control y que sin duda son devastadores para Nicole, pues señala que los resultados pudieron haber sido peores y que su hijo lo es todo para ella.
“El 6 de febrero tuve que llevarlo a sala de emergencia porque él se agrede a sí mismo y pasó tan rápido que con la cabeza golpeó la ventana del cuarto que se rompió por completo y él terminó lleno de sangre”, señaló.
A su vez recuerda cómo tuvo que llamar a la policía para informar sobre el incidente para que ellos informarán al hospital, pues aunque tiene un niño especial es clara en afirmar que a veces el mundo no lo entiende y piensa que mamá está haciendo algo mal.
Una lucha con los tratamientos
Ángel ha sido tratado por neurólogos, psicólogos, pediatras de comportamiento y se encuentra en su octava dosis de medicamentos pero los mismos no funcionan.
“Él tiene ese sistema que los medicamentos son como agua para él, no se le quedan, medicamento esquizofrénico, de ansiedad, nada. Una de las psiquiatras dijo vamos a tratar de bajarle el fuego que él tiene en la cabeza pero nada, nada funciona”, expuso.
A pesar de sus batallas, Nicole es una luchadora incansable, sabe que puede dar más por su hijo y confía en Dios para hacerlo.
“Dios es bueno cubriendo a Ángel como lo hizo, Dios me lo guardo porque yo soy una mamá que cree mucho en Dios y pido por él todas las noches, porque es lo único que me queda por hacer”, resalta.
Ángel necesita tu ayuda
“Ha sido una montaña rusa desde el principio y el mundo pretende hacerme saber que Ángel es uno en un millón pero yo sé que no es así. Es importante para mi que la gente sepa que esto es real, yo soy una madre soltera y todo mi enfoque y mi vida entera es ángel Antonio, yo vivo y respiro ese nene, no hay tiempo para el pelo, para nada ni para bañarse (sonríe), todo por la salud de mi muchacho”, manifiesta Nicole.
A través de GoFundMe Angel’s Leap of Faith ➲ https://gofund.me/2d1a3a7d puedes conocer un poco más de la historia de este pequeño y la lucha que han tenido a lo largo de estos 6 años.
Nicole espera reunir los recursos necesarios para poder trasladarse en el mes de marzo desde Florida ( que no cuenta con muchos recursos profesionales para su tratamiento) al estado de Maryland en busca de alternativas para el manejo de la condición de su pequeño.
Planea hacerlo en el instituto Kennedy Krieger en la unidad Neurobehavioral, un instituto en el que afirman que el 85% de las personas tratadas ahí salen mejor, por lo que sin duda quiere intentarlo y confía en que Ángel sea uno de esos pequeños que mejora.
“Para mi es bien difícil vivir con esto sola, la madrina del nene es mi, no tengo palabras para describirlo, es mi mano derecha y mi todo, es la única que se ha tomado el tiempo de aprender, de soportar, de tener paciencia con él y conmigo, porque imagínate la salud mental de alguien que tiene que lidiar con esto todos los días, no es fácil”, resalta.
De este modo, las donaciones recaudadas a través de la plataforma GoFundMe ➲ https://gofund.me/2d1a3a7d ayudarán a Nicole y Ángel con una mudanza desde el estado de la Florida hacia un instituto ubicado en Maryland y con el inicio de una nueva vida en la que esperamos Ángel muestre grandes mejoras en su salud.