La inflamación intestinal juega un papel muy relevante en la espondiloartritis axial y la artritis psoriásica, según un reciente estudio de la Fundación Española de Reumatología y el Grupo Español de Trabajo en Enfermedad de Crohn y Colitis Ulcerosa (GETECCU). Este estudio revela datos sorprendentes sobre la cantidad de pacientes con artritis psoriásica (APS) que presentan niveles elevados de calprotectina, sugiriendo la presencia de una enfermedad inflamatoria intestinal subclínica.
El doctor Jesús Sanz, del Servicio de Reumatología del Hospital Universitario Puerta de Hierro Majadahonda de Madrid e investigador principal junto con la doctora Ana Gutiérrez Casbas, del proyecto EISER, comenta que «muchos de estos pacientes llegan a padecer una enfermedad inflamatoria intestinal definida, fundamentalmente enfermedad de Crohn, y esto influye en gran medida tanto en el manejo como en el pronóstico de los mismos. Detectarlo precozmente es de gran utilidad porque el curso de la enfermedad y las secuelas que puedan provocar en nuestros pacientes pueden llegar a evitarse de algún modo».
En el caso de la espondiloartritis axial, los resultados del estudio han sido los esperados, revelando cifras elevadas (entre el 6% y el 10%) de afectados con inflamación intestinal, cifras que el doctor Sanz califica de «muy importantes». No obstante, los datos sobre artritis psoriásica han sido más llamativos y sugieren la necesidad de continuar investigando en esta área.
Prevalencia de EII
El estudio pone en evidencia la marcada prevalencia de inflamación intestinal en estos pacientes, que cursa de forma más o menos silente y puede tener una gran repercusión en su manejo. «Tratamos de mostrar las herramientas adecuadas para detectar estos pacientes, así como variables clínicas o de laboratorio que puedan ayudar a identificarlos», añadió el doctor Sanz, en el marco del 50 Congreso de la Sociedad Española de Reumatología, celebrado recientemente en Maspalomas, Gran Canaria.
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La doctora Ana Gutiérrez Casbas, del Servicio de Gastroenterología del Hospital General Universitario de Alicante, destacó también que «un porcentaje de pacientes con espondiloartritis, a pesar de estar bajo control por su patología reumatológica, no habían sido diagnosticados de enfermedad inflamatoria intestinal (EII). Del total de pacientes incluidos en el estudio (559), 28 fueron diagnosticados de EII, la mayoría de ellos con enfermedad de Crohn».
Se deben considerar los problemas digestivos
La importancia de trabajar en equipo y establecer protocolos de derivación utilizando calprotectina fecal ha sido uno de los puntos clave del estudio. Este subraya la relevancia de considerar los síntomas digestivos en pacientes con espondiloartritis y refuerza la utilidad de un marcador subrogado como la calprotectina fecal para identificar pacientes que podrían presentar EII, con el fin de no demorar el diagnóstico y seleccionar tratamientos que beneficien al paciente al tratar simultáneamente las patologías articular y digestiva.
El estudio también destaca la importancia del abordaje multidisciplinar, celebrando que en muchos hospitales ya existen Unidades Multidisciplinares de Enfermedades Inmunomediadas y consultas compartidas entre Reumatología y Digestivo o Comités para el manejo conjunto de pacientes. Esto supone un avance significativo para el control de ambas patologías.
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