La artritis reumatoide (AR) es una enfermedad autoinmune crónica que afecta a las articulaciones , que aparecen hinchadas, dolorosas , rígidas y calientes. Las muñecas y las manos son las más afectadas (bilateralmente). Estos síntomas de la artritis reumatoide empeoran con el reposo absoluto.
Otros signos clínicos incluyen: recuentos bajos de glóbulos rojos, inflamación alrededor de los pulmones y el corazón y fiebre.
Las causas de la artritis reumatoide no están claras y se cree que la enfermedad depende de una combinación de factores genéticos y ambientales.
Dieta y actividad motora
Como se anticipó, la artritis reumatoide es una patología idiopática que implica la activación del sistema inmunológico contra los tejidos articulares. Esto significa que actualmente no existe una cura definitiva, incluso si se han observado muchas conductas que pueden mejorar los síntomas y retrasar el progreso patológico; veamos cuales:
- Dieta: ciertamente, todavía es incierto si ciertas medidas dietéticas específicas tienen un efecto verdaderamente positivo; por otro lado, existe una verdadera estrategia dietética dirigida a reducir la inflamación articular.
- Ejercicio regular: recomendado para mantener la fuerza muscular y la función física general; sin embargo, la fatiga del ejercicio ayuda a descentralizar la atención del dolor localizado.
A pesar del dolor, es muy desaconsejable interrumpir diversas actividades laborales (de la vida diaria).
Alimentos para la artritis
En base a lo anterior, por tanto, es posible establecer una gama de alimentos que pueden ser útiles en el tratamiento de la artritis reumatoide, a saber, los ricos en determinados ácidos grasos (EPA, DHA, ALA, AGL).
Los alimentos de ácidos grasos útiles se dividen en dos grupos de origen animal y vegetal. Los de origen animal contienen EPA (eicosapentaenoico) y DHA (docosahexaenoico), mientras que los de origen vegetal contienen ácido alfa y gamma linolénico (el primero un omega 3 y el segundo un omega 6); solo las algas también contienen EPA y DHA.
Los alimentos más ricos en EPA y DHA son el pescado de agua fría y el aceite de krill y determinadas algas (que se pueden consumir como tales o en forma de aceite); entre los pescados recordamos todos los azules como: atún (más la ventresca del filete), pez espada , bonito, caballa, lanzardo, aguja o saurio, jurel, lanzón, escutelaria, arenque, o anchoa etc.
El bacalao es en cambio un pescado que tiene un excelente porcentaje de EPA y DHA en comparación con otros ácidos grasos pero que, en un sentido absoluto, tiene una concentración bastante baja de lípidos.
Por el contrario, el salmón es bastante graso, aunque el porcentaje de EPA y DHA es muy abundante, especialmente en los peces silvestres; los de cría tienen un perfil químico diferente.
Los alimentos más ricos en ácido alfa y gamma linolénico son las semillas oleaginosas y sus aceites. Para el alfa linolénico, las principales fuentes son: semillas y aceite de kiwi , linaza , cáñamo, nuez y soja.
Para la gama linolénica, en cambio, las principales fuentes son: algas azules (como espirulina), semillas y aceite de borraja, grosella negra y cáñamo.