Una de las principales causas de discapacidad en la forma secundaria progresiva de esclerosis múltiple (EM) es la atrofia cerebral, cuya patogenia aún no se comprende por completo.
¿Qué es la atrofia cerebral en las enfermedades neurológicas?
La atrofia cerebral es la pérdida permanente de tejido cerebral (mielina y axones) (1,2). La atrofia puede afectar a todo el órgano o limitarse a áreas específicas del cerebro y puede provocar problemas físicos y cognitivos. Por ejemplo, si determinadas zonas de los hemisferios cerebrales (los dos lóbulos del cerebro que forman el cerebro) se ven afectadas, puede producirse un deterioro de las funciones cognitivas y de los procesos voluntarios.
Para conocer más sobre esta consecuencia de la EM, BeHealth se reunió con el doctor Alfredo Pérez Canabal, neurólogo.
«Si nosotros no controlamos la condición una vez la diagnosticamos, vamos a tener una evolución de la de la condición y seguirán generándose lesiones que a su vez provocarán cicatrices, que a su vez repercuten en una pérdida de volumen», precisó el galeno.
La atrofia cerebral entonces es el término utilizado para describir la pérdida de tejido cerebral. Este proceso también se puede llamar pérdida de volumen cerebral o contracción de la masa cerebral. Si bien esto un proceso natural, el daño causado por la esclerosis múltiple puede acelerar su progresión.
El especialista explicó que esto esto se manifiesta clínicamente con cambios cognoscitivos, problemas de memoria cambios de comportamiento, etcétera.
Por ello resalta la importancia de evitar nuevas lesiones y llevar el control adecuado mediante exámenes como MRI así como del manejo adecuado con los medicamentos.
Tratamientos farmacológicos que reducen la atrofia cerebral de la esclerosis múltiple
La atrofia cerebral es un factor cada vez más relevante en la progresión de la esclerosis múltiple. Por eso, el desarrollo de nuevos fármacos para la esclerosis múltiple suele tener en cuenta este elemento entre sus objetivos. Algunos fármacos han logrado reducir la velocidad a la que el cerebro se atrofia, buscando una pérdida de volumen cerebral similar al de personas no diagnosticadas de la misma edad.
«Este es uno de los parámetros que están ofertando las compañías farmacéuticas en la presentación de sus productos», explicó el doctor Pérez.