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César Quiñones comparte su testimonio viviendo con dermatitis atópica

Durante el lanzamiento de la nueva Alianza de Apoyo al Paciente con Dermatitis Atópica – AAPDA, que busca crear conciencia acerca de la dermatitis atópica en Puerto Rico, pacientes y profesionales de la salud se unieron para visibilizar la condición.

César Quiñones es un joven paciente con dermatitis atópica, quien relaciona la presencia de la enfermedad con factores hereditarios, pues su padre padeció la condición y sus síntomas ya desaparecieron.

“A diferencia de su condición, que con el tiempo desapareció, en mi caso fue empeorando y, desde que tengo uso de razón, tengo dermatitis atópica”, afirmó César.

Este joven reconoce que crecer con la condición es muy difícil, ya que en casos como el suyo, los pacientes buscan cubrirse con camisas de mangas largas o prendas que no permitan a los demás ver sus lesiones, incluso en temporadas de calor.

“Uno hasta se acostumbra al calor por no sentirse cómodo consigo mismo”, afirmó.

Recuerda que en su infancia, todos los fines de semana visitaba un dermatólogo y que tuvo que ser tratado con múltiples tópicos y medicamentos para manejar los síntomas, en muchos casos, sin resultados favorables.

“Ir a la playa o hacer ejercicio era fatal, poder destacarme en algún deporte era también muy complicado hasta que conocí al Dr. González Chávez que siempre ha estado bien presente y ahora mismo es donde mejor estoy”, destacó César.

Enfrentando el bullying

Este joven paciente con dermatitis recuerda cómo en su escuela había un tipo de “bullying indirecto”, en donde lo miraban de reojo, le decían que tenía piel de reptil e indagaban por qué estaba tan reseco.

Reconoce que el apoyo familiar y el acompañamiento psicológico es necesario para superar estas situaciones y los desafíos propios de la enfermedad.

Complicaciones relacionadas con la condición

Además de las lesiones en la piel, César presentaba constantemente conjuntivitis, una de las manifestaciones que afecta a los pacientes con dermatitis.

“La dermatitis atópica de los ojos es terrible porque te tienes que estar rascando, te nubla la vista, te pica, no te puedes estar poniendo cualquier tipo de medicina en esa área, por lo que es verdaderamente igual o más incapacitante que tenerla en otras regiones del cuerpo”, aseveró el Dr. González.

Al respecto, César relató, “en mi cuarto año, yo cogí una bacteria en el ojo derecho y la cicatriz fue tan cerca de la córnea que yo no enfoco por el ojo derecho”.

Manifestaciones oftálmicas

De acuerdo con el dermatólogo, los pacientes con dermatitis atópica suelen presentar manifestaciones oftálmicas y, muchas de ellas, resultan ser infecciosas. En la mayoría de los casos suele presentarse herpes, una manifestación de la piel y oftálmica que afecta la córnea en algunos casos.

En el caso de César, los medicamentos inmunosupresores que utilizaba lo llevaron a presentar una fuerte infección que le laceró su córnea, dejando secuelas permanentes.

Impacto físico y psicológico

El Dr. González señaló que, para muchos pacientes, la afectación tiene un impacto crónico a nivel psicológico y de piel, por lo que reconoció que se requiere una gran fortaleza psicológica para vivir con la enfermedad.

“El impacto psicológico es continuo y el miedo que tienen estos pacientes es que, cuando menos se lo esperan, su enfermedad se exacerba”, afirmó el dermatólogo.

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