La actividad física o la práctica de algún deporte, ya sea bicicleta fija, natación, ejercicios aeróbicos de bajo impacto o clases de rumba son una excelente alternativa para mantener no solo un adecuado peso corporal, lo que es muy importante, sino también una salud emocional muy buena.
Por esto, si no existe ninguna restricción por parte de tu ginecólogo o médico primario, no dudes en realizar las actividades que más te gustan, por lo menos 30 minutos al día.
En la mayoría de los embarazos, se espera un aumento de peso de entre 25 y 35 libras (11.5 a 16 kilogramos) en las 40 semanas. Sin embargo, tu seguimiento lo llevará tu médico primario y junto a una nutricionista dietista garantizarán guiarte para que logres alimentarte sanamente.
Antes de comenzar cualquier actividad, asegúrate de no realizar esfuerzos excesivos o movimientos que te hagan sentir inestable para no tener riesgo de caerte, lastimarte o lastimar al bebé.
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Flexión de brazos sobre la pared
Este ejercicio permite trabajar los músculos pectorales, en la parte frontal de tu pecho, y los músculos del tríceps, en la parte posterior de la parte superior de los brazos.
Debes ubicarte frente a una pared, colocando las manos sobre ella. Es importante que tus rodillas estén separadas en una posición cómoda y tus manos ubicadas a la misma distancia de los hombros.
Dobla lentamente tus codos y baja tu pecho hasta que tu barbilla llegue a la pared y repítelo hasta completar 3 ciclos de 10 repeticiones.
Elevaciones de piernas
Esta rutina es ideal para fortalecer los músculos de la espalda y abdominales.
Apoya manos y rodillas sobre el suelo, supervisando que estén separados a la misma distancia de los hombros.
Levanta la rodilla derecha, luego estira la pierna detrás de ti, y finaliza con la pierna levantada paralela al piso, repite el mismo ejercicio con la pierna izquierda y completa así sesiones de 10 repeticiones para cada lado.
Planchas laterales
Una buena idea para trabajar los músculos a lo largo del costado del cuerpo.
Acuéstate sobre el lado izquierdo y levántate sobre el antebrazo izquierdo. Coloca el hombro izquierdo directamente sobre el codo izquierdo, manteniendo hombros, caderas y rodillas alineados. Apoya el brazo derecho a lo largo del costado del cuerpo.
Mantén la posición y descansa, luego cambia de lado y alterna.
Remo sentado con bandas elásticas
El remo sentada fortalece los músculos en la parte superior de tu espalda.
`Para realizarlo, siéntate derecha sobre un balón suizo o una silla resistente con los pies bien apoyados y separados al ancho de las caderas.
Sujetando las manijas del tubo con las palmas hacia adentro, tira del tubo hacia atrás con los codos, como si estuvieras remando. Sentirás que los omóplatos se juntan, Luego regresa a la posición inicial.
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Escalones
Para realizar este ejercicio necesitarás algún elemento que pueda simular un escalón o podrás practicarlo si tienes escaleras en casa.
Inicia empujando con el pie que apoya en el escalón y levanta el cuerpo sobre el escalón. Luego da un paso hacia atrás para descender a la posición inicial. Alterna tu pie guía cada vez que subas.
Recuerda ubicar completamente el pie dentro del escalón y mantener la espalda recta durante todo el tiempo.
Estas cinco opciones son fáciles de realizar, no requieren mayores esfuerzos y te ayudan a fortalecer diferentes áreas del cuerpo, favoreciendo una adecuada circulación, proporcionándote energía y aportando positivamente a la salud física y emocional.
Consulta con tu especialista si tienes alguna restricción para practicarlos y apóyate en diferentes alternativas como estas para mantenerte activa.