Si bien la colitis ulcerosa, una de las enfermedades inflamatorias del intestino más comunes, no tiene cura, sí existe una amplia gama de opciones que contribuyen a mejorar la calidad de vida del paciente. Hoy conocerás algunos de los enfoques que los gastroenterólogos suelen prescribir para el tratamiento de esta anomalía.
Dieta
Aunque te suene a frase de cajón, la nutrición es una de las principales aliadas o enemigas de tu enfermedad. Varias investigaciones han evidenciado que lo que comen los pacientes con esta condición determina, en buena parte de los casos, el retroceso o avance de la colitis diagnosticada.
Por ejemplo, varios expertos le recomiendan a esta población controlar el consumo de alimentos que les causen inflamación o diarrea. Por el contrario, pueden sustituirlos por productos ricos en vitaminas y minerales como salvado de avena, frijoles, cebada y frutos secos.
Medicamentos
Los fármacos prescritos para la colitis se han convertido en el tratamiento nobel para esta EII. Sin embargo, debes saber y siempre recordar que es el médico quien debe enviarte lo que debes tomar para controlar los síntomas de tu enfermedad; bajo ningún motivo debes automedicarte.
Debes saber que existen una amplia gama de medicamentos para el trhatamiento de la colitis, que van desde antiinflamatorios, así como corticoides, supresores del sistema inmunológico, aminosalicilatos, entre varios otros. Ten en cuenta que ningún caso de colitis es igual, por lo que no debes dejarte guiar por los consejos de otros pacientes a la hora de medicarse, sino que debe ser tu médico tratante el que te sugiera el tratamiento a seguir.
Terapias complementarias
Existen otros métodos que pueden contemplarse para la colitis ulcerosa. Por ejemplo, en casos más graves, puede que los pacientes requieran una intervención quirúrgica con la que se extirpará la totalidad del colon y del recto; este procedimiento se conoce como proctocolectomía.
Por lo general, cuando los pacientes se someten a una cirugía, suelen necesitar otra terapia complementaria conocida como anastomosis quirúrgica ileoanal (bolsa en J), que es cuando se les deja una sonda para recolectar la excreta, orina y demás material biológico que expida el organismo tras la cirugía.
“Este procedimiento elimina la necesidad de usar una bolsa para recolectar las heces. El cirujano construye un saco desde el final del intestino delgado. El saco se une directamente al ano, lo que le permite al paciente expulsar los desechos de una manera normal. Para completarse, la cirugía puede requerir de 2 a 3 pasos”, destaca MayoClinic.
Así mismo, hacer ejercicio, ir al psicólogo, buscar grupos de apoyo, controlar el estrés, entre otros, son factores que contribuirán con el mejoramiento de tu enfermedad.