En sistema nervioso autónomo, que se divide en sistema nervioso simpático y parasimpático, es el encargado de la inervación de los órganos que intervienen en diferentes funciones como las intestinales y sexuales y de otras acciones como la micción.
La presencia de lesiones desmielinizantes, en áreas como el cerebro y la médula espinal (características comunes de la esclerosis múltiple), pueden provocar problemas para el vaciado de la orina ocasionando una sensación de vaciado incompleto o urgencia urinaria. Además, puede estar relacionada con síntomas sexuales como dificultades en la erección y la eyaculación en el caso de los hombres y una incorrecta lubricación vaginal o dolor durante la relaciones sexuales en el caso de las mujeres.
Tanto hombres como mujeres además pueden tener una afectación en la disminución de la libido así como casos de espasticidad, dolor neuropático o fatiga que pueden también influir negativamente en el encuentro sexual.
De acuerdo con unas investigaciones la disfunción sexual se presenta entre un 40 y 80% de las mujeres con diagnóstico de esclerosis múltiple y de igual forma, entre un 50 y 90% de los hombres con EM también presentan complicaciones a nivel sexual siendo muy común la afectación por disfunción eréctil.
¿Cómo enfrentar la afectación sexual?
Los síntomas característicos de la esclerosis múltiple suelen afectar en diferentes aspectos la calidad de vida de las personas que la padecen, sin embargo, la enfermedad no solo puede generar cambios físicos sino que también puede llegar a ocasionar alteraciones a nivel psíquico, generando enfermedades como depresión y ansiedad que, si no se tratan adecuada y oportunamente, pueden llevar al paciente a presentar otras complicaciones y a dificultar el tratamiento correcto de la esclerosis múltiple.
Para el tratamiento de los síntomas es necesario contar con un equipo multidisciplinar formado por neurólogos, urólogos, psicólogos y rehabilitadores.
De esta manera, el entrenamiento del suelo pélvico, la educación sexual, el apoyo y acompañamiento desde la psicoterapia y los fármacos que ayudan al mantenimiento de la erección suelen ser el primer escalón terapéutico.
Aunque muchos de los síntomas que presentan los pacientes pueden ser resultados de procedimientos por cirugías o efectos secundarios de muchos medicamentos, otros factores como el estrés, la ansiedad y la depresión también pueden influir negativamente en los encuentros sexuales, por lo que hablar sobre los sentimientos y necesidades es clave para superar estas limitaciones psicológicas.
Dialogar abiertamente sobre los síntomas, con la pareja y profesionales clínicos permite tratarlos de forma temprana y de esta manera permite a los pacientes alcanzar una mejoría en su calidad de vida de forma más acelerada.
Es importante destacar que los tratamientos deben ser personalizados en función del patrón de afectación del sistema sexual de cada persona, de su edad, del grado de discapacidad y de las expectativas del paciente.
Con información Con La EM