Recibir un diagnóstico de virus del papiloma humano (VPH) puede ser abrumador y desafiante emocionalmente. Es natural sentir una amplia gama de emociones, que van desde el miedo y la ansiedad hasta la confusión y la tristeza. Sin embargo, es importante recordar que el VPH es una infección común de transmisión sexual que afecta a millones de personas en todo el mundo.
La Dra. Raisa Ogaza Cueto, psicóloga clínica del grupo SEPI, ofreció en nuestro reciente evento educativo una perspectiva integral sobre el impacto emocional que conlleva recibir el diagnóstico del virus del papiloma humano (VPH). En sus propias palabras, «entiendo que esta situación, cuando un paciente recibe el diagnóstico de virus del VPH, afecta tanto a nivel físico como emocional.»
La revelación de un diagnóstico de VPH es como un terremoto emocional que sacude los cimientos de la persona afectada. La Dra. Ogaza Cueto observa que este impacto se manifiesta a través de una variedad de emociones complejas, incluyendo culpa, vergüenza, incredulidad e incluso confusión. Como señala: «es común experimentar una gama de emociones, como culpa, vergüenza, incredulidad e incluso confusión sobre cómo ocurrió y por qué a uno mismo».
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Validar estas emociones es crucial, según la Dra. Ogaza Cueto. Estas reacciones son una respuesta natural a una situación desafiante y no deberían ser ignoradas. Por tanto, «es importante validar estas emociones, ya que son parte natural de la experiencia humana.»
Uno de los aspectos más delicados que se ven afectados es la autoestima del individuo. La Dra. Ogaza Cueto destaca cómo el diagnóstico de VPH puede desencadenar un ciclo de autocrítica y duda personal.
«Es fácil caer en la autocrítica y sentir que no se merece amor o validez,» señala. «Esto puede llevar a una baja autoestima y aislamiento social».
¿Cómo lograr la aceptación?
El proceso de aceptación y procesamiento del diagnóstico de VPH no es un camino sencillo. La Dra. Ogaza Cueto subraya la importancia de abordar tanto el aspecto físico como el emocional de la situación. En sus palabras, «Es crucial abordar tanto el aspecto físico como el emocional de la situación».
La comunicación efectiva es esencial en la relación de pareja cuando se enfrentan desafíos como el diagnóstico de VPH. Según la Dra. Ogaza Cueto, «La comunicación efectiva es fundamental para fortalecer la relación y enfrentar juntos esta situación». Esto implica una apertura total y la disposición de abordar los temores y preocupaciones que surgen.
Es importante destacar que el apoyo mutuo y la educación sobre el VPH pueden fortalecer la relación de pareja. Como enfatiza la Dra. Ogaza Cueto, «en el caso específico del VPH, es importante que las parejas se apoyen mutuamente y se eduquen sobre el virus».
Busca ayuda
La lucha emocional después de un diagnóstico de VPH no debería ser enfrentada en soledad. La Dra. Ogaza Cueto insta a buscar ayuda profesional como una forma efectiva de procesar las emociones y desarrollar estrategias saludables para afrontar la situación. «Buscar ayuda profesional es una forma efectiva de manejar y procesar las emociones que surgen,» recalca.
Como concluye la Dra. Ogaza Cueto, «Todos tenemos derecho a cuidar nuestra salud mental, independientemente de si tenemos un diagnóstico médico o no».
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