El herpes zóster o culebrilla es una infección viral que causa la aparición de un sarpullido doloroso: la franja de ampollas aparece típicamente a la altura del flanco, pero muchas otras partes del cuerpo también pueden verse afectadas.
La culebrilla es causada por el virus de la varicela-zóster (VVZ) el mismo que genera la enfermedad de varicela.
Cuando una persona se recupera de la varicela el virus permanece en su cuerpo inactivo pero en algunos pacientes puede reactivarse más adelante y esto es lo que se conoce como culebrilla.
La culebrilla suele presentarse una sola vez en la vida. Sin embargo, en algunos casos esta condición puede generarse más de una vez.
¿Cómo se transmite?
Si ha recibido el diagnóstico de culebrilla debe tener cuidado con el contacto directo de la secreciones de las ampollas pues éste puede propagar el virus a las personas que nunca han tenido varicela o que nunca recibieron la vacuna contra la varicela, haciendo que presenten varicela y que más adelante puedan llegar a desarrollar la culebrilla en alguna etapa de su vida.
La culebrilla sólo se puede propagar en el momento en que las ampollas están activas, no cuando estas ya tienen costras o antes de qué se presenten.
Se considera que la varicela es mucho más contagiosa que la culebrilla, sin embargo, existen algunas medidas para prevenir su transmisión.
Entre las que se destacan:
- Cubrir el sarpullido.
- Evitar tocarse o rascarse el sarpullido.
- No reventar las ampollas.
Evitar el contacto con:
- Mujeres embarazadas que nunca hayan tenido varicela o no se hayan vacunado contra esta enfermedad.
- Bebés prematuros o con bajo peso al nacer.
- Personas con el sistema inmunitario debilitado, como las que toman medicamentos inmunosupresores o están recibiendo quimioterapia, las que han recibido trasplantes de órganos y las que tienen la infección por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH).
Esta recomendación de contacto debe vigilarse especialmente cuando el sarpullido es evidente, pues como lo mencionamos, es la etapa de mayor contagio.
¿Quiénes tienen más riesgo de presentar culebrilla?
Son especialmente personas en riesgo, quienes presentan alguna afección en su sistema inmunitario que impide que este funcione correctamente (pacientes con algunos tipos de cáncer, como la leucemia o el linfoma o en casos de tener el virus de la inmunodeficiencia humana VIH )
A su vez, también se debe tener especial cuidado con personas que tomen medicamentos como corticosteroides y los medicamentos que se dan después de un trasplante de órgano, pues estos suelen debilitar el sistema inmunitario impidiendo que funcione correctamente.
¿Cómo debe tratarse?
Es importante consultar con un especialista y seguir sus recomendaciones en la toma de medicamentos que muchas veces incluyen antivirales como (aciclovir, valaciclovir y famciclovir), los cuáles se utilizan para reducir la duración y la gravedad de la enfermedad.
Un tratamiento temprano, si es posible apenas inicia la presencia del salpullido, puede ayudar a que el periodo de la enfermedad sea inferior y a que los síntomas sean más leves.
Las personas que han estado cerca de alguien que tiene la culebrilla y no cuentan con la vacuna contra la varicela, pueden hacer un seguimiento más exhaustivo de su salud y consultar con su médico sobre la posibilidad de haber contraído la varicela para tratarla oportunamente.
Igualmente, si sospecha de tener como tal la condición de culebrilla. En donde además de su tratamiento, es importante que vigile los datos expuestos anteriormente para evitar contagiar a alguien más.
Recomendaciones:
- Algunos medicamentos para el dolor pueden ayudar a aliviar el malestar que causa la culebrilla.
- Las compresas húmedas, la loción de calamina y los baños a base de avena coloidal (en los que se usa una mezcla de agua tibia con avena molida) pueden ayudar a aliviar la picazón.
Con información CDC