La diabetes, una de las condiciones crónicas más prevalentes en el mundo, ha sido el foco de investigaciones y avances médicos que buscan mejorar la calidad de vida de quienes la padecen. En Puerto Rico, el Primer Simposio de Diabesidad (Diabetes – Obesidad) permitió reunir a expertos en el campo, quienes discutieron los últimos avances y retos que enfrenta el tratamiento de esta enfermedad. Durante este evento, BeHealth entrevistó a la reconocida endocrinóloga Leticia Hernández, quien compartió información detallada sobre las opciones terapéuticas disponibles y la importancia de un enfoque integral en el tratamiento de la diabetes.
La importancia de un enfoque integral: alimentación, ejercicio y medicamentos
Hoy en día, se sabe mucho más sobre la diabetes que en décadas anteriores. La doctora Hernández destacó que «contamos con una variedad de medicamentos que abordan diferentes causas de la enfermedad». Sin embargo, subrayó que, a pesar de los avances en los tratamientos farmacológicos, la base de cualquier terapia efectiva sigue siendo una combinación de alimentación saludable, asesoramiento nutricional y ejercicio. “Lo más importante, y el primer paso para todos, es una alimentación saludable, asesoramiento nutricional y ejercicio. Esa es la base de la terapia para quienes viven con diabetes o están en riesgo de desarrollarla, e idealmente también para las personas que no tienen problemas de salud relacionados con la diabetes”, afirmó.
El estilo de vida saludable no solo es vital para los pacientes que viven con diabetes, sino para la población en general, ya que la prevención es el pilar fundamental para reducir el riesgo de desarrollar esta condición crónica. La alimentación balanceada, el ejercicio regular y el control del estrés son componentes esenciales para un manejo adecuado de los niveles de glucosa en la sangre.
Metformina: la primera línea de defensa
Uno de los medicamentos más comunes y recomendados para el tratamiento de la diabetes tipo 2 es la metformina. Este medicamento ha sido la primera opción para muchos pacientes debido a su eficacia y bajo costo.
«Para quienes no presentan complicaciones cardíacas u otros problemas relacionados, el medicamento más común que se recomienda es la metformina», explicó la doctora Hernández. La metformina actúa de varias maneras: ayuda al cuerpo a usar mejor la insulina que ya produce y evita que el hígado libere azúcar durante la noche, lo que es particularmente útil para prevenir aumentos inesperados en los niveles de glucosa.
Un fenómeno común en las personas que viven con diabetes es despertar con niveles elevados de azúcar a pesar de haberse acostado con niveles normales. La doctora aclaró que «nos acostamos con un nivel de azúcar normal, pero al despertar, ¡sorpresa! El azúcar está alta. Eso es porque el hígado ha liberado azúcar durante la noche». La metformina, al inhibir esta liberación, se convierte en un aliado eficaz en el control de estos picos nocturnos.
Además, la metformina se toma en forma de píldora, generalmente junto con las comidas para evitar efectos secundarios como el malestar gastrointestinal. «Sí, es una píldora que se toma con las comidas, ya que lo más común es que cause malestar gastrointestinal, como diarrea o incomodidad estomacal. Para minimizar estos efectos, se recomienda tomarla con el estómago lleno o utilizar una formulación de liberación extendida», explicó la especialista.
Avances recientes en el tratamiento de la diabetes
Los avances en la investigación han permitido identificar que la diabetes no solo es un problema de resistencia a la insulina, sino que involucra otros órganos como los riñones y el cerebro. Esta nueva perspectiva ha permitido desarrollar tratamientos más específicos y personalizados para cada paciente, considerando sus características particulares.
Entre los medicamentos más novedosos se encuentran los inhibidores del cotransportador de sodio y glucosa. Estos fármacos ayudan a que el cuerpo elimine el exceso de glucosa a través de la orina, en lugar de reabsorberla. «Uno de los grupos más conocidos son los inhibidores del cotransportador de sodio y glucosa. ¿Qué significa esto en términos sencillos? Normalmente, cuando hay un exceso de glucosa en el cuerpo, esta se elimina a través de la orina. Sin embargo, en las personas con diabetes, esa glucosa es reabsorbida por el cuerpo, lo que no debería ocurrir», explicó la endocrinóloga. Estos medicamentos no solo ayudan a regular los niveles de azúcar en la sangre, sino que también han demostrado efectos antiinflamatorios y contribuyen a la pérdida de peso, lo que es especialmente beneficioso para aquellos pacientes diagnosticados con obesidad.
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Tecnología al servicio de los pacientes: sensores de glucosa
La tecnología ha revolucionado el manejo de la diabetes, permitiendo a los pacientes tener un control más detallado y preciso de sus niveles de glucosa. Los sensores de glucosa son dispositivos que miden continuamente el nivel de azúcar en la sangre y proporcionan gráficos detallados de sus fluctuaciones a lo largo del día. «Los sensores de glucosa miden mis niveles de azúcar cada cinco minutos, creando gráficos que muestran cómo fluctúan mis niveles de glucosa a lo largo del día», explicó la doctora Hernández, quien personalmente utiliza uno de estos dispositivos.
Estos sensores son especialmente útiles para pacientes que utilizan insulina o medicamentos que pueden causar niveles bajos de glucosa. Además, algunos de ellos se comunican directamente con las bombas de insulina, lo que permite ajustar la dosificación de manera automática según las necesidades del paciente. “Uno de los beneficios de algunos sensores de glucosa es que nos permiten calcular cuánto va a bajar el azúcar en sangre con cada unidad de insulina. También pueden calcular la relación entre insulina y carbohidratos”, agregó la especialista.
Sin embargo, no todos los pacientes son candidatos para estos dispositivos. Generalmente, se recomienda su uso para aquellos que necesitan un control más estricto de sus niveles de glucosa, como los pacientes que usan insulina o medicamentos que pueden provocar hipoglucemia. Existen sensores disponibles con receta médica, y recientemente ha salido al mercado un sensor que no requiere receta, lo que facilita el acceso a más personas.
Diferencias entre medicamentos orales e inyectables
A lo largo de los años, la variedad de medicamentos para la diabetes ha crecido significativamente, y hoy en día se cuenta con una gama de opciones, tanto orales como inyectables. Los medicamentos orales, como la metformina, suelen ser los primeros en ser prescritos debido a su facilidad de uso y costo. Estos medicamentos actúan evitando que el hígado libere azúcar o ayudando al cuerpo a eliminarla a través de la orina.
Por otro lado, los medicamentos inyectables, como los análogos del GLP-1, imitan una hormona natural que ayuda a controlar el apetito, prolonga la sensación de saciedad y evita que el hígado libere azúcar de manera innecesaria. «Estos medicamentos imitan una hormona del cuerpo llamada péptido similar al glucagón o GLP-1. Esta hormona actúa en los neurotransmisores para controlar el apetito, ralentiza el vaciado del estómago, lo que prolonga la sensación de saciedad, y también evita que el hígado libere azúcar», explicó la doctora Hernández.
Un aspecto clave de estos medicamentos es que estimulan la liberación de insulina solo cuando se ingieren alimentos con azúcar, lo que reduce el riesgo de hipoglucemia, uno de los efectos secundarios más temidos por los pacientes que viven con diabetes. Además, algunos de estos fármacos también tienen beneficios adicionales, como la reducción de peso, lo que es crucial para aquellos pacientes que padecen tanto diabetes como obesidad.
El costo y la accesibilidad de los medicamentos
Un aspecto crítico en el tratamiento de la diabetes es el costo de los medicamentos, ya que muchos pacientes enfrentan dificultades para acceder a los tratamientos adecuados debido a sus altos precios. La doctora Hernández fue enfática en señalar que «el peor medicamento es el que el paciente necesita, pero no puede costear». En este sentido, los programas de ayuda, como los cupones de copago y las iniciativas de las farmacéuticas, juegan un papel crucial para garantizar que los pacientes puedan mantener su tratamiento a largo plazo.
A pesar de la existencia de medicamentos más avanzados, cuando el costo es un factor limitante, se opta por opciones más asequibles, como la metformina o las sulfonilureas, que son efectivas y accesibles para la mayoría de los pacientes. La doctora explicó que, en muchos casos, es posible combinar la efectividad del tratamiento con su accesibilidad, siempre teniendo en cuenta las necesidades específicas de cada paciente.
La importancia del estilo de vida en el manejo de la diabetes
Aunque los medicamentos juegan un papel esencial en el tratamiento de la diabetes, el estilo de vida de los pacientes es fundamental para garantizar un manejo efectivo de la enfermedad. «El estilo de vida de una persona con diabetes es clave para garantizar una mejor calidad de vida», afirmó la endocrinóloga. Esto incluye adoptar hábitos alimenticios saludables, realizar ejercicio regularmente y controlar el estrés.
En cuanto a la alimentación, la doctora Hernández recomienda evitar los alimentos procesados y las bebidas azucaradas, como los jugos y refrescos, que pueden elevar rápidamente los niveles de glucosa en la sangre. «Eliminemos los alimentos procesados y las bebidas azucaradas, como jugos y refrescos. Los jugos no son una opción saludable; preferimos que coman la fruta entera», enfatizó.
Incorporar actividad física diaria también es fundamental. Aunque lo ideal es realizar al menos 30 minutos de ejercicio cinco días a la semana, la doctora Hernández sugirió que incluso breves caminatas rápidas después de las comidas pueden marcar una gran diferencia. «Si no podemos hacer los 30 minutos recomendados cinco días a la semana, al menos intentemos caminar rápidamente entre cuatro y seis minutos varias veces al día», recomendó.
El manejo de la diabetes requiere un enfoque integral que combine el uso de medicamentos, tecnología avanzada, y la adopción de un estilo de vida saludable. Cada paciente es único, y el tratamiento debe adaptarse a sus necesidades específicas, considerando factores como la edad, la presencia de otras enfermedades y el costo de los medicamentos. Como bien afirmó la doctora Leticia Hernández: «Mi objetivo siempre es proteger al paciente tanto a corto como a largo plazo, tomando en cuenta sus comorbilidades y necesidades específicas». Con las herramientas y el apoyo adecuado, es posible controlar la diabetes y mejorar significativamente la calidad de vida de quienes viven con esta condición crónica.
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