La esclerosis múltiple es la principal causa de discapacidad por enfermedad neurológica en adultos jóvenes. Generalmente se diagnostica entre los 25 y 35 años.
¿Qué sabemos hoy en día y cuáles son las consecuencias de esta enfermedad para la persona afectada?
¿Qué caracteriza a la esclerosis múltiple?
La esclerosis múltiple (o EM) es una enfermedad autoinmune que ataca el sistema nervioso central, el cerebro y la médula espinal. Las células inmunes, llamadas linfocitos T, destruyen la mielina, la vaina protectora de las neuronas.
Esta disfunción causa inflamación. La mielina dañada forma «placas» de lesiones. Dependiendo de su tamaño y ubicación, interrumpen gravemente la información transmitida por el sistema nervioso, causando varios síntomas.
La enfermedad comienza como una forma recurrente-remitente cuyo curso variable es difícil de predecir. Las investigaciones actuales tienden a confirmar la naturaleza multifactorial de la esclerosis múltiple, con predisposición genética y factores ambientales. Sin embargo, no es una enfermedad hereditaria. Los virus también pueden desempeñar un papel en el desencadenamiento de la esclerosis múltiple, pero no es contagioso.
Síntomas y diagnóstico de la esclerosis múltiple
Sus consecuencias son más o menos graves a lo largo del tiempo. Los síntomas varían según la ubicación de las placas en el cerebro:
- Rigidez de los miembros, temblores
- Dificultades para caminar
- Trastornos visuales, digestivos, urinarios, sexuales y del habla
- Hormigueo, entumecimiento, debilidad muscular y contracciones, dolor
- Fatiga severa
La variedad de los síntomas debería llevar a la persona afectada a consultar rápidamente a un neurólogo. El neurólogo llevará a cabo varias pruebas, incluyendo
- un examen para comprobar el contexto familiar y los signos de recaída.
- vigilancia clínica para evaluar el malestar de los síntomas y su persistencia
- una resonancia magnética del cerebro y la médula espinal para visualizar las placas en el cerebro. Su tipo y ubicación (cicatrizado o activo) confirman los síntomas y ayudan a entender la progresión de la enfermedad.
Aunque no siempre se realizan, se pueden ordenar análisis de sangre y una punción lumbar que muestra la inflamación por la presencia de anticuerpos y confirma la eliminación de otras posibilidades que no sean la esclerosis múltiple.
¿Cuáles son los tratamientos para la esclerosis múltiple?
Como las causas de la enfermedad no están claramente identificadas, no existe un tratamiento que permita su curación. Las modernas técnicas de imagen permiten un diagnóstico más temprano. Las consultas con un neurólogo determinarán el tratamiento de drogas apropiado y las opciones de tratamiento para cada caso.
Una vez que se ha hecho un diagnóstico, el neurólogo, el médico tratante y otros especialistas como enfermeras, fisioterapeutas y terapeutas del habla participan, dependiendo de la rehabilitación.
La investigación ha producido nuevos tratamientos que frenan su progresión. Deben tomarse estrictamente de acuerdo con las prescripciones del neurólogo.
Hay tres tipos de tratamiento:
- Antiinflamatorio puntual a base de corticoides para prevenir y controlar las recaídas, reducir su duración e intensidad.
- Apuntar a los síntomas para aliviar las discapacidades y caminar mejor, combatir la fatiga, la rigidez muscular, los trastornos urinarios, el dolor y disminuir la ansiedad. La rehabilitación específica y el apoyo psicológico desempeñan un papel importante en el alivio de los pacientes.
- Acción continua sobre la respuesta inmune desde el inicio de la enfermedad. Las diversas moléculas existentes modifican o bloquean esta respuesta, retardando la progresión y el impacto de la esclerosis múltiple. Disponibles en tabletas o inyecciones, que se toman ocasionalmente varias veces al año o regularmente a diario, son prescritos únicamente por el neurólogo con una prescripción denominada «medicación excepcional».
Aunque actualmente es imposible una cura definitiva, las investigaciones recientes han permitido realizar progresos significativos en el tratamiento de la esclerosis múltiple. Con un enfoque multidisciplinario, los tratamientos actuales permiten a los pacientes vivir mejor diariamente durante muchos años.