¿Te diagnosticaron con esofagitis eosinofílica y no sabes qué comer? A continuación te dejamos una serie de consejos para el tratamiento nutricional de esta condición que se caracteriza por causar daño e inflamación del esófago, que puede provocar dolor, problemas para tragar y el atascamiento de comida en la garganta.
En casos graves de esta enfermedad, es común que los médicos prescriban una dieta elemental, en la que se elimina la ingesta de cualquier alimento y se restringe el consumo de aminoácidos.
Además, puede que tu médico tratante te recomiende una dieta empírica que restringe el consumo de leche, trigo, huevo, legumbres, frutos secos, pescados y mariscos. Todo esto deberá ser guiado por un especialista y, bajo ninguna circunstancia, deberá ser implementada por elección propia.
Los anteriores planes de alimentación serán monitoreados, en la mayoría de los casos, con endoscopias para analizar qué tan efectiva está siendo en mejorar los síntomas de la esofagitis eosinofílica.
Existen otras alternativas nutricionales para los pacientes que desarrollan esta patología. Una de ellas es la dieta líquida, que está cargada de macronutrientes esenciales como hidratos de carbono, grasas, minerales y micronutrientes.
Así mismo, puede que te sometan a estudios alergológicos para definir si eres apto para una dieta de eliminación, que consiste en evitar una o más sustancias menores o no nutritivas, como colorantes artificiales o algunos de los que te mencionamos en párrafos más arriba.
Debes saber que el tratamiento no es igual para todos los pacientes con esofagitis eosinofílica; de hecho, en la mayoría de los casos, los médicos idean una dieta personalizada para el paciente dependiendo los síntomas, gravedad de la condición, entre otros factores.
Tips generales
Una vez el nutricionista o médico tratante te prescriba el plan alimenticio debes seguir algunos consejos que ayudarán significativamente a que la dieta rinda los resultados esperados. Ten en cuenta que, de seguir los pasos que te mencionaremos a continuación, el tratamiento podría ser un completo éxito.
-Intenta dividir los alimentos que te prescriban entre 6 y 8 porciones diarias. Si ves cambios significativos puedes reducir la cantidad de porciones entre 5 y 6.
-Ten cuidado con comer grandes cantidades de comida en una sola porción. Ten en cuenta que la deglución suele ser más complicada en los pacientes con esta enfermedad.
-Come despacio, relajado y masticando muy bien los alimentos. Esto evitará dolor a la hora de tragar los alimentos.
-Presenta los platos de forma atractiva, con formas y colores diferentes para que el apetito no se disminuya y, por el contrario, sea una experiencia placentera.
-Bebe entre 2 y 2,5 litros de líquidos al día fuera de las comidas, entre 30 y 60 minutos antes o después de cada porción.
-Aunque el líquido es aliado de esta enfermedad es aconsejable no beber bebidas gaseosas o artificiales que sean ricas en azúcares añadidas.