Los anuncios los podemos ver pegados a postes del tendido eléctrico a través de toda la isla. Generalmente solo dicen “Despojos y amarres” e incluyen un teléfono. ¿Cuántas personas pasando por un mal momento o un mal de amores ven un letrero así y le toman una foto para después llamar?
Hay otros que anuncian servicios de lectura de Tarot, pero esos no me preocupan tanto. Para comenzar, tengo que aclarar que yo sí creo que hay personas que tienen facultades psíquicas desarrolladas y son capaces de conectarse, a través del Tarot, hojas del té, una bola de cristal, y otras herramientas, para “leer” la energía de otros y la de sus guías espirituales, y así identificar tendencias para ayudar a la hora de tomar ciertas decisiones. De hecho, todos los seres humanos tenemos el potencial para hacerlo, pero en la mayoría de nosotros es una capacidad que está dormida.
Yo llevo muchos años estudiando una técnica de sanación energética llamada “sanación pránica,” aunque no lo practico profesionalmente. Me ayuda a balancear mi energía y a hacerlo con personas allegadas, además de canalizar energía de sanación cuando se necesita. Pero no puedo ver la energía o el “aura” de la gente. Si pudiese verla tal vez no me hubiese casado tres veces. Pero a través de los años he conocido a muchas personas que sí pueden ver la energía de otros, conectarse con ella, y ayudarlos en momentos muy difíciles en la vida. Pero esos no se anuncias en postes de madera en las calles. Y esos no hacen amarres.
¿Qué es un amarre? Obviamente es una forma de hacer que alguien que no te quiere o te dejó de querer, vuelva a hacerlo. Hace poco, después de ver varios de los susodichos letreritos, decidí “googlear” el término para ver que encontraba, y quedé un poco en shock. Hay decenas de páginas de todas partes del mundo anunciando “amarres” exitosos. Y hay categorías de amarres, por ejemplo, el de amor, que es el más común, el sexual, por si ya no le interesas físicamente a tu pareja y hasta amarres para que no te despidan del trabajo. Hay hasta instrucciones y videos de TikTok sobre como hacer estos amarres en la privacidad de tu hogar. Inhalo y exhalo.
Para comenzar, lo menos que uno debe querer en una relación para que sea saludable es el apego. A mayor apego, mayor infelicidad. El amor debe ser libre, debe sentirse libre. Y la pregunta que tengo para ustedes es ¿quisieras que alguien se quedara contigo porque le hicieron un trabajo de amarre para que no pudiese dejarte? Porque yo no. Las parejas que llevan mucho tiempo juntas y felices (y esa es la clave) a pesar de altas y bajas, lo hacen porque se aman, se aprecian, y se respetan, y disfrutan de caminar por la vida juntos, a pesar de las diferencias que puedan tener. Los que se quedan por los hijos, por dinero, por el qué dirán, o por amarres u otros apegos, jamás van a ser felices.
Y por si sientes la tentación en algún momento de manipular la energía de otro ser para tu propio beneficio, sea a través de un amarre o alguna otra forma, no te olvides que la Ley del Karma siempre se manifiesta. El daño o el bien que haces a otros, de alguna forma regresará a ti. Si es bien, retornará como bendiciones. Si es mal, el Universo se encargará de que reconozcas en carne propia el dolor que causaste a otros, y devuelvas el balance a aquello que has desbalanceado. Y ese proceso casi siempre conlleva mucho sufrimiento. Bendice aquello que se fue y déjalo ir. Como dice el refrán: “Nadie es un billete de cien para que todo el mundo lo quiera.” La gente ama, no ama, o deja de amar, y punto. No fuerces aquello que no debe forzarse. Ámate tú, y verás como atraerás el amor a tu vida. Ese es el verdadero “amarre de amor”.