Existen diferentes tipos de ejercicios que ayudan al mantenimiento de una salud óptima. Entre ellos, se destaca el yoga, conocido como una actividad que conecta tres aspectos principales del ser humano: cuerpo, mente y respiración.
Para lograr esta conexión, el yoga combina ejercicios de respiración, meditación y posturas para mejorar la salud del participante a nivel general.
Los beneficios de su práctica son múltiples y pueden incluir los siguientes:
- Mejora la flexibilidad y la postura
- Reduce la presión arterial
- Mejora la coordinación y concentración
- Reduce los niveles de estrés y ansiedad
- Provee un espacio de relajación
- Mejora el patrón de sueño
- Ayuda al proceso digestivo
- Ayuda al manejo de la depresión
¿En qué consiste el yoga?
Las clases de yoga pueden durar entre 45 a 90 minutos y trabajan tres elementos: posturas físicas, respiración y meditación.
En las posturas físicas, el instructor proveerá posiciones dirigidas a mantener el equilibrio y desarrollar la flexibilidad corporal. Pueden comenzar desde posturas sencillas en el suelo hasta ejercicios de equilibrio complicados.
Para trabajar la respiración, el instructor le pedirá que se concentre en respirar en todos los ejercicios. También, ofrece ejercicios dirigidos a trabajar solamente este componente. Todos los ejercicios se combinan con periodos cortos de meditación para que el participante relaje su mente y conecte con su cuerpo.
¿Qué debo hacer si quiero practicarlo?
Como todo tipo de ejercicio, el yoga supone complejidades. Por tanto, es recomendable tomar precauciones para practicarlo sin problemas y evitar lesiones.
El Instituto Nacional de Salud (NIH, por sus siglas en inglés) extiende unas sugerencias para las personas que deseen comenzar a practicar el yoga:
- Empiece con clases de yoga para principiantes: Este ejercicio tiene niveles de complejidad. Su práctica debe realizarse de forma escalonada.
- Escuche su cuerpo para evitar lesiones: Si está en el comienzo de esta práctica, no realice las posiciones extremas ni fuerce su respiración.
- Dialogue con su instructor de yoga antes de comenzar: Es vital establecer un lazo de comunicación con su instructor. Informe si tiene condiciones previas o cualquier necesidad específica que pueda influir en su práctica de este deporte.
- Hable con su doctor antes de comenzar: Si le interesa el yoga, consulte con su especialista para saber si esta es una actividad recomendada para su cuadro clínico.
Si está embarazada o tiene condiciones de glaucoma, presión arterial alta o ciática, debe consultar con su médico para saber si puede practicar yoga. Asimismo, notifique a su instructor para que le asigne ejercicios modificados y seguros para usted.