La alimentación es una de las principales aliadas en el tratamiento de la diabetes. De hecho, recientemente, se conoció que tomar un vaso de leche o yogur podría traer algunos beneficios para los pacientes diagnosticados con esta condición autoinmune.
Los que dieron a conocer esa información fueron los investigadores del Servicio Nacional de Salud del Reino Unido (NHS, por sus siglas en inglés), a través de una investigación donde revelaron algunos hábitos alimenticios que podrían ayudar o perjudicar a los pacientes con diabetes.
Sin embargo, los científicos británicos no son los únicos que han expuesto los beneficios del yogur y algunos productos para la salud. Otros médicos y expertos del continente americano han brindado detalles al respecto.
“No solo los beneficios del yogur están subestimados, existe en realidad una importante desinformación entre los pacientes y nutriólogos”, expresó la nutricionista y educadora en diabetes mexicana Alejandra García Quiroz.
La experta coincide con los investigadores británicos que, en unísono a un grupo de científicos de la Universidad de Nápoles Federico II, descubrieron también que las carnes rojas pueden causarle problemas de salud a quienes recibieron ese diagnóstico.
Para conocer los resultados antes descritos, los expertos de Reino Unido usaron 13 metaanálisis de origen animal y 175 estudios donde se analizó la incidencia de la comida en los pacientes con diabetes.
Las proteínas que consumieron los pacientes variaron de la carne al cerdo, así como el ternero, el cordero, pollo, salchichas y otra clase de embutidos. Así mismo lácteos con pocos niveles de grasa como leche, queso, yogur y huevos.
Los resultados sorprendieron: quienes consumían más carnes rojas tenían mayor riesgo y peor pronóstico de diabetes tipo 2. Además, quienes consumían un baso de yogur bajo en grasa recibían algunos beneficios adicionales.
“La carne roja y la procesada son fuentes importantes de componentes como los ácidos grasos saturados, el colesterol y el hierro hemo, todos ellos conocidos por favorecer la inflamación crónica de bajo nivel y el estrés oxidativo, lo que, a su vez, puede reducir la sensibilidad de las células a la insulina. Las carnes procesadas también contienen nitratos, nitritos y sodio, que pueden dañar las células productoras de insulina del páncreas. En comparación, la carne blanca contiene un menor contenido de grasa, un perfil de ácidos grasos más favorable y una menor cantidad de hierro hemo”, dijo la doctora Annalisa Giosuè, del proyecto.
De hecho se evidenció, además, que el consumo diario de leche baja en grasa contribuía de alguna forma a que los pacientes no desarrollaran tan rápido la diabetes en comparación con quienes no la consumían.
“Los productos lácteos son ricos en nutrientes, vitaminas y otros compuestos bioactivos que pueden influir favorablemente en el metabolismo de la glucosa, es decir, en el procesamiento del azúcar por el organismo. También se sabe que los probióticos ejercen efectos beneficiosos sobre el metabolismo de la glucosa, lo que puede explicar que el consumo regular de yogur se asocie a un menor riesgo de diabetes de tipo 2″, expresó la experta.
Por ahora, falta más evidencia científica que ratifique los beneficios y daños que los alimentos citados con anterioridad podrían causar.