Las enfermedades cardiovasculares siguen aquejando a millones de pacientes alrededor del mundo. Sin embargo, la buena noticia es que existen algunos elementos, como la dieta mediterránea, que no solo ayuda a que los pacientes no desarrollen esas anomalías, sino que, además, a quienes ya tienen un diagnóstico cardíaco, les ayuda a mejorar.
Se le llama mediterránea porque varios de los platillos que la conforman están basados en la cocina italiana y griega, naciones que están muy cerca al Mar Mediterráneo y donde es común que su gente consuma frutas y verduras en vez de alimentos no tan buenos para la salud.
Las proteínas
Los principales rasgos de esta dieta es que se limita el consumo de carnes y carbohidratos y se sustituyen por frutas y verduras. En esa línea, se cambia la ingesta de proteínas rojas por blancas como el pescado y el pollo, además de incorporar otros alimentos beneficios para el corazón como granos enteros, nueces y legumbres. Todo esto, igualmente, con moderación.
Las grasas
De hecho, uno de los aspectos más importantes de la dieta mediterránea es que sustituye el aceite normal por el de oliva, lo que evita no solo más riesgo para el corazón sino también para otros organismos del cuerpo humano.
Varias investigaciones han evidenciado que el aceite de oliva es uno de los principales aliados para el corazón debido a que aporta grasas monoinsaturadas que reducen el colesterol malo, por eso cambia ese aceite que no te ayuda e incluye el que sí.
Los que se evitan
Como ya te mencionamos, a la carne de res hay que decirle no a la hora de incluir esta dieta. Así mismo, si eres fanático de los dulces, los huevos, la mantequilla y los productos de panadería, deberás restringir su consumo. Eso no quiere decir que no puedas volver a consumirlos, pero es preferible que no.
Los beneficios para la salud
Múltiples estudios indican que los pacientes que consumen la dieta mediterránea, y la combinan con ejercicio físico, controlan su peso, mantienen a raya su presión arterial, evitan la hipercolesterolemia e, inclusive, fortalecen el cerebro y evitan el deterioro cognitivo.
Inclusive, hay informes que ratifican un vínculo entre el consumo de la dieta mediterránea y la disminución del riesgo de desarrollar diabetes y alzhéimer, dos de las enfermedades más difíciles de sobrellevar.
Es más, esta beneficia no solo al corazón, sino también a otros órganos como el hígado y los riñones. Además, según los expertos, este modelo de alimentación brinda una sensación de bienestar e, incluso, retrasa la muerte en pacientes diagnosticados con cáncer.
Las recetas
Debes saber, además, que existen múltiples maneras de preparar recetas con la dieta mediterránea y hay desde platillos bastante producidos, hasta otros más sencillos. Lo importante es adecuar tu alimentación para sentirte bien y regalarla vida a tu corazón.