El dolor suele ser la característica de muchas condiciones de salud como la artritis, la fibromialgia, la psoriasis, entre otras, y al no poderse controlar o tratar a tiempo, puede llevar incluso al paciente a la incapacidad o dificultad para la ejecución de algunas tareas diarias.
Algunas técnicas fáciles de realizar pueden ayudarte a minimizar la crisis de dolor y a tener una vida más activa. Entre ellas:
Ejercicio
Aunque el dolor suele poner límites justamente para realizar algunos tipos de actividades deportivas, dejar de realizar alguna actividad física puede generar aún más complicaciones llevándote a perder el tono muscular y la fuerza, agudizando así el dolor que ya estás presentando.
Cuando hablamos de realizar ejercicio, no te sugerimos que vayas a un gimnasio o que realizas rutinas largas y exigentes, con tan sólo caminar, esta acción ya puede ayudarte a mejorar tu estado físico e incluso fortalece tu estado de ánimo y salud mental, bloqueando el dolor que estás presentando.
Consulta con tu médico sobre las alternativas recomendadas para ti de acuerdo a tu estado de salud y a tus limitaciones, intenta con ejercicios aeróbicos, rutinas de yoga, caminatas al aire libre o estiramientos que puedan darle a tu cuerpo la calma que necesita.
Practica la relajación
El estrés suele ser un acompañante común de las actividades diarias que realizan las personas y pocas nos tomamos un tiempo para hacer una pausa y calmar nuestras mentes.
Aprender técnicas que permitan controlar el estrés a través de la respiración profunda, la meditación y la retroalimentación realmente ayudan al cuerpo a liberar tensiones y a desaparecer el dolor.
Abandona hábitos como el alcohol
Aunque algunas personas suelen tomar alguna bebida antes de ir a la cama porque creen que eso le ayuda a conciliar el sueño, lo cierto es que cuando el alcohol se descompone en el cuerpo, provoca episodios de sueño superficiales, acortando así en tiempo de descanso y haciendo que se despierten con frecuencia. Como resultado, a la mañana siguiente te sentirás más cansado y quizás aumentarán las zonas de dolor.
Aliméntate adecuadamente
La sana y nutritiva alimentación es clave para mantener el cuerpo y la mente en bienestar. Asegúrate de consumir alimentos nutritivos y evita la ingesta de grasas trans,azúcares, alimentos procesados o productos de panadería, buscando así, mejorar los niveles de azúcar en tu sangre, manteniendo un rango de peso saludable y reduciendo las probabilidades de presentar enfermedades al corazón o digestivas.
Permítete espacios de descanso e inactividad
Decir no a algunos eventos, encuentros o reuniones a veces es necesario. Si bien disfrutar de espacios con familia y amigos, le aporta a tu vida, también permanecer solo en casa o con tu familia puede ser bueno para tu salud y tranquilidad.
Evalúa tus emociones y escucha tu cuerpo cuando desees descansar y no hacer nada más sino disfrutar de un espacio de calma y sin mucha agenda por realizar.
Realiza alguna actividad de tu interés
Cuando realizamos actividades que son de nuestro agrado y nos mantenemos ocupados la mente se distrae y se olvida un poco del dolor en lugar de concentrarse en él. Intenta inscribirte en un curso de cocina o reunirte con tu familia y tus amigos para realizar preparaciones de comida, jugar en casa, únete a un club de jardinería, prueba realizar clases de yoga y así, verás como el mantenerse activo y distraído, hará que el dolor que estaba tan insistentemente incomodando tu día a día desaparecerá.
Pide ayuda cuando sea necesario
Es común que algunas condiciones de salud generen cierto tipo de limitaciones para desarrollar algunas actividades.
Lo importante en este caso, es que el paciente conozca sus limitaciones y las acepte, dando la oportunidad a alguien más de poder colaborar en estas tareas para así no exigir al cuerpo y generar más daños sobre la zona que ya están afectadas.
Habla con tu médico sobre los medicamentos que tomas
Algunas condiciones se caracterizan por generar un dolor crónico, sin embargo, existen alternativas de medicamentos farmacológicos para controlar estos signos y síntomas. Si no evidencias resultados favorables tras la toma de los mismos, consulta con tu médico sobre otras alternativas que puedan ser más eficientes y que te permitan vivir sin dolor.
Con información WebMD