El diagnóstico de dislexia no puede hacerse antes de 18 meses de aprender a leer. Sin embargo, ciertas dificultades pueden alertar ya desde el jardín de infancia y permitir la aplicación de ayudas y reeducación.
Hay signos predictivos de dislexia en los niños en el jardín de infancia. Pueden, por ejemplo, tener dificultades en el lenguaje: dificultades para manipular los sonidos y las sílabas, la pronunciación, el recuerdo rápido de las palabras, la construcción de frases y/o la comprensión.
Otras dificultades se relacionan con las habilidades motoras o la orientación espacial y temporal: puede haber falta de equilibrio, dificultad para ejecutar y coordinar movimientos precisos como cortar, vestirse y dificultad para diferenciar entre la derecha y la izquierda. Otras dificultades que predicen la dislexia: el niño tiene dificultades para memorizar instrucciones o reconocer y memorizar formas simples.
Cuantos más síntomas tenga el niño de lo anterior, más atención debe atraer.
Signos de dislexia
Tras el comienzo del aprendizaje de la lectura en las clases preparatorias, la dislexia se manifiesta por una mala asociación entre los grafemas (signos escritos) y los fonemas (sonidos) y una incapacidad para captar rápidamente una palabra en su totalidad. El niño disléxico lee lentamente y comete errores.
¿Qué signos deberían alertarle? Confusión visual de letras o conjuntos de letras que se parecen: p-b, q-d; au-ou; m-n, a-o; n-u…, omisiones de ciertas letras o sílabas («camello» en lugar de «caramelo»). Este trastorno se asocia muy a menudo con la dificultad para dominar la ortografía.