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Dolor de cuello y rigidez causados por espondilitis anquilosante

La espondilitis anquilosante es una forma crónica de artritis que afecta mayormente los huesos y las articulaciones de la base de la columna, donde ésta se conecta con la pelvis.

Es una condición que causa inflamación, lo que puede hacer que se presente dolor y rigidez en diferentes zonas del cuerpo, siendo muy común que se presente esta molestia en el cuello, particularmente en horas de la mañana, en la noche o después de permanecer inactivo por un periodo de tiempo prolongado.

¿Cómo afecta la espondilitis anquilosante directamente la zona del cuello?

Aunque no se conoce exactamente la causa de presentación de la condición, algunos estudios han permitido evidenciar que el daño generado puede hacer que las articulaciones se fusionan ocasionando la pérdida de movimiento en ciertas áreas del cuerpo.

El dolor de cuello y la rigidez suelen presentarse cuando la condición avanza durante algunos años. Sin embargo, en algunas personas, especialmente las mujeres, se ha identificado que los primeros signos de la espondilitis anquilosante comienzan en el cuello y luego se extienden hacia otras partes del cuerpo.

De acuerdo con un portal WebMD los expertos han señalado que el dolor en el cuello es bastante común y afecta alrededor del 75% de las personas con diagnóstico de espondilitis anquilosante.

La incomodidad y el dolor en esta zona del cuerpo puede ocasionar:

  • Periodos de sueño interrumpidos por el malestar.
  • Dolor que mejora cuando se reinicia la actividad o cuando se hacen prácticas deportivas.
  • Pérdida de flexibilidad en algunas partes del cuerpo.

¿Puede tratarse el dolor de cuello causado por la espondilitis?

Los pacientes con espondilitis anquilosante cuentan con varias alternativas para tratar el dolor de cuello y lo mejor de todo es que pueden realizarla desde casa. Algunas de nuestras recomendaciones son:

  • Busca tiempo para realizar algún tipo de ejercicio, especialmente si es que ha sido recomendado por tu profesional de la salud. 
  • Mantenerte activo va a evitar que se endurezcan algunas zonas del cuerpo como el cuello reduciendo a su vez el dolor relacionado con la espondilitis anquilosante.
  • Puedes practicar movimientos lentos y giratorios de forma regular para que favorezcan el bienestar de los músculos y las articulaciones del cuello.
  • Vigila tu postura, ya que además de destacar la importancia de mantenerte activo, tener una postura adecuada durante la mayor parte del tiempo puede ayudar con el dolor del cuello. Práctica parándote derecho frente a un espejo y asegúrate de que el cuello esté en una posición cómoda especialmente en los períodos que permanecen sentado trabajando.
  • Si te parece oportuno, programa una alarma en tu teléfono cada cierto tiempo, para que te recuerden que debes vigilar tu postura.
  • Descansa cuando tu cuerpo lo necesita. Las personas que logran tener un periodo de sueño de calidad ven mayormente reducidos los signos como el dolor característicos de la espondilitis anquilosante.Es importante que crees una rutina de descanso que te ayude a relajarte.

Algunos pasos a seguir pueden ser:

  • Tomar un baño tibio antes de acostarte.
  • Usa una almohadilla térmica para aliviar el dolor de cuello.
  • Evita la cafeína después de la hora del almuerzo.
  • Crea una rutina de sueño en la que te despiertes y te vayas a dormir a la misma hora.
  • Evita las siestas, porque pueden alterar tu rutina.
  • Mantén tu dormitorio ordenado para que te sientas relajado.
  • Evite el tiempo de pantalla antes de acostarse.
  • Cena más temprano para no irte a la cama con el estómago lleno.

Asegúrate de que tu cama sea cómoda. Tu cuello y cabeza deben estar alineados con el resto de tu cuerpo mientras duermes. Usa una almohada, pero asegúrate de no estar demasiado apoyado. Esto puede lastimar tu cuello.

Alternativas de tratamiento para el dolor de cuello relacionado con la espondilitis 

Además de las alternativas que puedes realizar en casa, existen opciones de tratamiento médico para el manejo del dolor de cuello relacionado con la EA. Entre estos se destacan:

  • Analgésicos. Medicamentos como el paracetamol (Tylenol) y los medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (AINE), como el ibuprofeno (Advil, Motrin IB), tienden a ser la primera opción de medicación para las personas con AS para aliviar el dolor y la incomodidad en el cuello.
  • Terapia física. La intención de este tipo de técnica es evitar que el cuello pueda volverse rígido y doblado por causa de la AS. Un fisioterapeuta puede crear un programa de ejercicios que alivie la incomodidad con movimientos que mejoren su fuerza muscular y movilidad, enfocados en la rigidez y en mantener el movimiento en su cuello.
  • También pueden intentar con hidroterapia o terapia acuática para a través de ciertos ejercicios en una piscina aliviar las molestias en el cuello.
  • Terapias biológicas. El objetivo de estos medicamentos es detener la inflamación y se emplean en casos en los que las otras terapias no resultan efectivas en el manejo del dolor de cuello relacionado con la EA.

Algunas opciones son etanercept (Enbrel), adalimumab (Humira Pen), certolizumab pegol (Cimzia), golimumab (Simponi) y secukinumab (Cosentyx).

Fuente WebMD

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