Luego de que en septiembre de 2017 el huracán María azotará a Puerto Rico dejando cientos de personas fallecidas, muchas de ellas por el mal manejo de condiciones de salud que tenían y que no se pudieron tratar a raíz de la emergencia, surge la necesidad de educar a los pacientes ante posibles huracanes, tormentas, terremotos, o cualquier tipo de emergencia meteorológica.
Por ello, la doctora Beatriz Rodríguez Vallejo, educadora en salud y profesora del Recinto de Ciencias Médicas de la Universidad de Puerto Rico, resaltó la importancia de educarse frente al tema y estar preparados para cualquier emergencia, especialmente ahora, que la isla se encuentra en medio de una temporada meteorológica que puede sorprender a sus habitantes en cualquier momento.
“Cuando uno educa y la gente puede prepararse, la respuesta a la emergencia es completamente diferente y más importante que la respuesta, es la recuperación en término individual, de familia y de comunidad”, argumentó la Dra. Rodríguez.
Herramientas de preparación
Cuando se habla de preparación para emergencias, se está pensando en las recuperaciones y en cómo se van a poder manejar las condiciones. De esta manera, de forma anticipada el cerebro sabe que algo va a ocurrir y al tener que resolver, funciona distinto y sabe cómo se va a manejar una situación versus a cuando no se tiene ningún plan, que no se sabe cómo responder a un evento de emergencia que es diferente a un evento de desastre.
Diferencia entre un evento de emergencia y un evento de desastre
En el evento de emergencia, se cuenta con la capacidad de responder y se planea cómo actuar, mientras que, en el evento de desastre, que muchas veces es provocado por efectos naturales, se pierde esa capacidad de respuesta.
“Cuando tú te preparas ante una emergencia para un desastre, aunque exceda la capacidad, tú tienes unas herramientas para poder manejar y el asunto de salud mental juega un rol bien importante. Así que, cuando nos preparamos no es solamente para salvar vidas o propiedades, sino también para bajar las ansiedades y que los miedos sean distintos y nos permitan actuar y accionar. De esto modo se recupera todo con mayor facilidad”, detalló la educadora en salud.
La doctora, además, resaltó que Puerto Rico lleva 4 años teniendo 4 emergencias distintas: Irma, María, los terremotos y se encuentra en medio de la pandemia por covid-19, entonces se está viviendo un ciclo de manejo de emergencias continuo.
Por lo anterior, se hace más necesaria y pertinente la preparación porque existen unas vulnerabilidades que quizás otros países no tienen.
La preparación comunitaria, clave en el proceso, radica en conocer las organizaciones que están cerca, los servicios de salud a los que se puede acudir, cómo se han organizado las entidades para trabajar en la situación que se puede presentar, entre otros aspectos.
“Para mí, una de las cosas más tristes que se vivió con el huracán Katrina, fue que no necesariamente los vecinos se conocían y los vecinos no sabían si al lado vivía una persona que tenía unas condiciones particulares de salud y que requería su ayuda”, puntualizó la Dra. Rodríguez.
Y añadió, “yo hice una investigación con una parte de la población sorda y parte de la información que se recopiló, es que no necesariamente los vecinos sabían que había una persona sorda en esa residencia, y puede pasar de todo, puede que un familiar no esté y como hay emergencias que te avisan, hay otras que no y aunque parece muy sencillo, el asunto de conocer a los vecinos, debe hacerse y saber quiénes están en el entorno”, subrayó.
Preparación comunitaria
Se hace necesario un censo sobre las personas que tienen discapacidad o necesidades de acceso y que están cerca de nosotros.
Resulta indispensable, en estas emergencias, tener conocimientos sobre dónde está el adulto mayor que vive solo, las personas que no tienen movilidad, que requieren diálisis, o aquellos que no pueden responder por sí solos porque tienen discapacidad mental, entre otras condiciones.
“Hay muchos vecinos que se han preparado en adquirir equipos de comunicación como walkie-talkie, con lo que ellos van y viendo cómo se van a poder comunicar dentro de su área, así que, si se están preparando”, destacó.
Debido a las diferentes situaciones que se han presentado, hay personas que se han visto impactadas por estos fenómenos y el cansancio los ha llevado a no llevar un plan de acción, por ello, la necesidad de educar y hacer un llamado a recuperarse, a valorar riesgos, a conocerse con la comunidad y a planificar en conjunto.
Preparación individual
La planificación individual no es igual a la planificación familiar o comunitaria, cada persona debe planear y prepararse a nivel individual.
Debe hacerse responsable de sus medicamentos, de los objetos que necesite para su movilización, de empacar alimentos de acuerda a la dieta que maneja, debe contar con una mochila de emergencia bajo las necesidades de cada uno, resguardar documentos de valor en una bolsa sellada o enviar copias accesibles de los pasaportes, de los seguros fúnebres o de las escrituras de las casas a sus correos.
Planificación familiar
“Es importante hacer el ejercicio de, esta mañana con qué salió mi familiar de la casa, qué ropa tenía puesta, qué distintivo tiene, una cicatriz particular, una placa de metal o qué es lo que lo hace distinto”, explicó la educadora en salud.
En términos de la preparación familiar no son cosas en las que se piensa todos los días, pero para estos casos son necesarias y lo más importante es que los temas hay que hablarlos.
Si se tiene claridad sobre lo que se va a hacer y lo que cada persona quiere, no se va a tener una discusión sobre qué sería lo que hubiera deseado papá, mamá o la persona que sea, cuando ya esto se ha hablado.
Es importante, ubicar el número de emergencias municipales o asistir a la oficina de manejo de emergencias que tiene indicaciones de cómo hacer el plan familiar.
Internet también cuenta con indicaciones y sugerencias de manejo de emergencia y ofrece muchos consejos de preparación frente a las emergencias.
Educar es clave para que las personas estén preparadas que puedan responder y recuperarse más rápidamente frente a cualquier situación.