La migraña sigue afectando a un sinnúmero de pacientes alrededor del globo terráqueo. En BeHealth quisimos llevar las recomendaciones de una de las personas que la padecen, para que, quienes tienen la condición, las evalúen y, si aplican, las implementen en su diario vivir.
Hablamos con la periodista dominicana Jhojany Lorenzo, de 36 años de edad, quien vive con migraña desde su adolescencia. Ella nos contó que su enfermedad empezó de una de las maneras menos convencionales: jugando.
“Cuando yo tenía como 13 años tuve un accidente montando bicicleta. Me di un golpe muy fuerte donde me llevaron de emergencia y duré dos días ingresada. Eso me provocó vómitos. Ya luego de eso me realizaron muchos estudios. Como un año después de eso, comencé a presentar dolores de cabeza muy fuertes. Me hicieron una serie de análisis, descartando cualquier efecto de la caída, y cuando tenía 17 años, en cuarto de bachillerato, tuve un dolor de cabeza muy fuerte donde los vasos capilares se explotaban, sentía tenso el cuello y no podía ni mirar a la luz. Me llevaron a emergencia. Me dijeron que estaba empezando a sufrir de migraña”, rememoró Jhojany.
Por lo general, la migraña suele causar ceguera temporal o manchas de color en la visión, visión borrosa, dolor ocular, entre otros síntomas. Estos no han sido diferentes a los que esta comunicadora ha tenido que enfrentar desde muy temprana edad.
“Yo sentía la sensibilidad del latir en la cabeza y presión en los ojos. Además, dolor en la parte de la nuca. Cuando yo miraba la luz y me daba cuenta que no podía estar y luego de que yo me levantaba, yo me tranquilizaba o me tomaba un fármaco para la migraña y eso me calmaba”, reconoció.
Vivir con migraña
Esta enfermedad neurológica suele ser menoscabada en los diferentes entornos. Sin embargo, la misma Organización de la Salud (OMS) ha advertido que es una de las condiciones más incapacitantes. Así le ha ido a esta paciente con la migraña.
“Si me llevaban a emergencia, me inyectaban, porque la pastilla no me hacía nada. Duraba hasta tres días con un dolor de cabeza horrible que no podía escuchar nada, no podía ver la luz. No es un simple dolor de cabeza”, reflexionó.
Incluso, la periodista reconoce que mientras cursó su carrera profesional se le dificultó mucho cuando se desvelaba realizando sus trabajos académicos y la migraña decidía ‘atacar’: “Cada vez que yo amanecía haciendo trabajo o demás, al otro día yo era prácticamente un cero a la izquierda porque no podía ver nada, no podía hacer nada, no tenía una participación efectiva”, recordó Jhojany, quien dio otros detalles de cómo ha sido su vida con esa patología.
“Comencé con problemas auditivos y visuales. Esos son los síntomas que más he sentido y los que más me han lastimado”, señaló.
Así la ha enfrentado
Dentro de las varias opciones terapéuticas que existen para tratar la migraña, hay fármacos que a veces le ayudan a esta joven. Sin embargo, ella decidió modificar algunos de sus estilos de vida y hacerle frente a la condición que la acompaña desde su primera década de vida.
“Después de un tiempo, ya de adulta a mis 36 años, me he dado cuenta que después que yo realizo ejercicio, los dolores de cabeza no los tengo tan frecuentes. Yo me sentía con ese dolor de cabeza y, como no me gusta tomar tantos medicamentos ni inyectarme, lo que hacía era correr, montar bicicleta, cosas que yo iba leyendo. No era automedicarme, era tratando de no caer con fármacos, buscando mecanismos alternos”, dijo.
En esa línea, Jhojany le recomienda a los pacientes que viven con esa condición que salgan de sus camas y practiquen actividad física. Además, los invita a que no minimicen los dolores de cabeza que desencadena la migraña. Es más, hasta descubrió que hay una fruta que le sirve para su condición.
“Yo tomo pastillas ya cuando no aguanto y llevo varios días con dolor de cabeza. Y pongo mi cuarto como una baticueva, es decir oscura, para que no entre ningún rayo de sol. También las manzanas verdes me ayudan. No sé a qué se deba pero recuerdo que alguien me lo sugirió y me ha servido”, concluyó.