La artritis reumatoide presenta una variabilidad significativa en los niveles de dolor entre los pacientes, lo que influye en la elección de los ejercicios más adecuados. Zashiko Rodríguez, RPTA, TA, terapeuta atlético, destaca la importancia de adaptar las rutinas de ejercicio según la tolerancia al dolor y el rango de movimiento de cada paciente, con el objetivo principal de controlar la inflamación.
Según la experiencia de la especialista, “La elección de ejercicios de bajo impacto se fundamenta en la necesidad de controlar la inflamación”. Por tanto, es esencial adaptar las rutinas de acuerdo con la tolerancia al dolor y el rango de movimiento del paciente. El objetivo principal es mantener la inflamación bajo control. Aunque pueda parecer contradictorio, algunos ejercicios de bajo impacto contribuyen a reducir la inflamación.
Recomendaciones para iniciar el ejercicio
Para aquellos que han dejado de hacer ejercicio debido al diagnóstico de artritis reumatoide, Rodríguez sugiere comenzar gradualmente y adaptar las rutinas según la respuesta del cuerpo. Destaca la importancia de encontrar un equilibrio entre la actividad física y el manejo de los síntomas “ya que permiten mover las articulaciones en un entorno que minimiza el impacto en rodillas y otras áreas del cuerpo”.
Rodríguez también enfatiza comenzar con ejercicios simples que se centran en cadenas cinemáticas abiertas, minimizando así el estrés en las articulaciones. A medida que los pacientes se adaptan, se pueden aumentar las repeticiones y posteriormente introducir resistencia con pesas. Es crucial evitar poner demasiada presión en las articulaciones desde el principio.
La terapeuta señaló que es crucial evitar poner demasiada presión en las articulaciones desde el principio.
Como consejo general para los pacientes, la entrevistada sugirió comenzar con actividades suaves, como caminar en una pista atlética o en una piscina. “Aunque es vital ser precavido en superficies desniveladas, lugares como una pista atlética o una piscina proporcionan entornos seguros para iniciar la actividad física”. Además, el ejercicio en el agua, ya sea en una piscina o en el mar, ofrece excelentes beneficios, trabajando en equilibrio, coordinación y más, gracias a la resistencia proporcionada por el agua y la arena.
“La bicicleta, especialmente en una posición estacionaria, es otra opción altamente recomendada. Proporciona un ejercicio efectivo mientras minimiza el impacto en las articulaciones”.
Ejercicios de bajo Impacto recomendados
Estos ejercicios no se limitan solo a pacientes con artritis reumatoide; también son beneficiosos para aquellos que experimentan osteoartritis y, en general, para quienes enfrentan las tensiones típicas de las mañanas.
“Esta es una rutina fácil y efectiva. Puede llevarse a cabo en cualquier momento del día, ya sea por la mañana, al mediodía o por la noche. Según mi experiencia, la mayoría de mis pacientes tienden a experimentar más dolor por la mañana”.
El enfoque es calentar el cuerpo por la mañana, haciendo que el proceso de levantarse y comenzar el día sea más fluido.
- Caminata: Beneficiosa para controlar la inflamación.
- Ejercicios acuáticos: Minimizan el impacto en las articulaciones.
- Bicicleta en posición estacionaria: Ejercicio efectivo con bajo impacto en las articulaciones.
Rutina de ejercicios de bajo impacto
1. Calentamiento matutino:
- Tobillos: Flexión y dorsiflexión, de 8 a 10 repeticiones.
- Rodillas y caderas: Doblar y estirar las piernas, movimientos laterales de los tobillos.
- Extremidad inferior: Estirar y doblar una pierna a la vez.
- Elevación de caderas: Trabaja glúteos, caderas y core.
- Extremidad superior: Elevación de brazos y movimiento de codos.
Consejos importantes:
- Realizar los ejercicios dentro del arco de movimiento permitido por cada paciente.
- Ajustar la intensidad según la tolerancia al dolor.
- Evitar ejercicios que provoquen dolor.
Estos ejercicios, diseñados para pacientes con artritis reumatoide, son también beneficiosos para aquellos que experimentan osteoartritis y para el bienestar general. «La consistencia y la adaptación individual son clave para aprovechar al máximo estos ejercicios de bajo impacto».
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