Por: Gilvic Carmona-De Jesús, M.A, PsyD | Psicólogo y especialista en Neurociencia Cognitiva Basada en Mindfulness
Hoy en día, disfrutamos de la ventaja de habitar un planeta caracterizado por numerosos avances tecnológicos, un vasto banco de conocimiento global y un sinfín de oportunidades. No obstante, la sofisticación del mundo ha traído consigo el estrés en nuestras vivencias cotidianas, acompañado de diversas condiciones de salud relacionadas. Tanto el Centro de Control de Enfermedades (CDC) como la Organización Mundial de la Salud (OMS) coinciden en que el cáncer, las enfermedades autoinmunes y los problemas cardiovasculares ocupan los primeros puestos entre las causas de muerte en la mayoría de las personas. En contraste, en las denominadas zonas azules, como Cerdeña y la Península de Nicoya en Costa Rica, se observa que las personas viven más de 100 años y no tienden a padecer estas condiciones. Aunque se reconoce que no es el único factor de bienestar, prácticas meditativas como el yoga, la contemplación y, sobre todo, el mindfulness actúan como elementos protectores contra estas enfermedades.
Numerosos estudios científicos en el ámbito cardiovascular han revelado que alrededor del 44% de las personas con riesgo de sufrir un infarto al corazón o un accidente cerebrovascular presentan niveles elevados de estrés, afectando a una medida conocida como la variabilidad de la frecuencia cardíaca (HRV, por sus siglas en inglés). Esta medida describe la rapidez con la que el corazón realiza pequeños cambios en el intervalo de tiempo entre cada latido; a menor HRV, mayor es el riesgo de padecer las condiciones mencionadas.
En pacientes con problemas cardíacos que participaron en programas centrados en prácticas de mindfulness, se observó una reducción en sus niveles de estrés, lo que reguló los niveles de presión arterial y disminuyó el riesgo de crisis cardiacas.
¿Cómo puede el mindfulness ser beneficioso?
El mindfulness debe comenzar a nivel individual, fomentando la plena expresión a través de la mente, las emociones, el cuerpo y el espíritu. Aprender a vivir en el momento presente nos libera de apegos y prejuicios, permitiéndonos establecer vínculos afectivos libres de violencia o defensas (Kabat-Zinn, 2015). Según diversos estudios publicados por el American Journal of Cardiology, aquellos que practican mindfulness se benefician con:
- Disminución en la presión arterial
- Reducción de los niveles de colesterol
- Menor riesgo de infartos
- Menor riesgo de diabetes tipo 2
- Menor riesgo de accidentes cerebrovasculares
¿Cómo practicar el mindfulness?
El mindfulness es una práctica meditativa que exige estar plenamente presente. Utiliza la respiración como canal, comenzando con inhalaciones profundas y regulando conscientemente la respiración. La atención debe centrarse en el proceso respiratorio con una mente curiosa, abordando cada sesión como única. Se recomienda realizar esta práctica al menos dos veces al día durante 15-20 minutos, aunque se puede comenzar con intervalos de 5 minutos diarios, incrementándolos gradualmente a lo largo de las semanas.
Te invito a explorar de cerca esta práctica que no solo mejorará tu salud física, sino que también elevará tu bienestar emocional a su máxima expresión. ¡Salta al vacío y descúbrelo por ti mismo!