A medida que envejecemos, nuestras facultades cognitivas tienden a experimentar cierto deterioro conocido como envejecimiento cognitivo.
Este fenómeno puede manifestarse de diversas maneras, desde dificultades en la memoria o concentración hasta problemas más graves como el deterioro cognitivo leve o incluso enfermedades neurodegenerativas.
La ciencia revela que existen medidas para preservar e incluso mejorar nuestra salud cognitiva a lo largo del envejecimiento.
Aunque el deterioro cognitivo es una parte natural del envejecimiento, su progresión puede ser ralentizada mediante intervenciones adecuadas. Uno de los recursos valiosos para optimizar la función cognitiva en los adultos mayores es la práctica frecuente del ejercicio físico.
¿Cómo contribuye el ejercicio físico a nuestra salud cognitiva?
El ejercicio físico se erige como una estrategia eficaz para la prevención de enfermedades y la mejora de la calidad de vida. Asimismo, constituye una estrategia efectiva para mejorar la salud cognitiva, mejorando la función ejecutiva en adultos mayores.
Varios estudios han demostrado que el ejercicio físico puede estimular la producción de sustancias químicas que promueven el crecimiento y la supervivencia de las células nerviosas, conduciendo a una mejora en la función cerebral.
Te puede interesar: Descubre cómo el ejercicio puede prevenir la demencia
Tipos de ejercicios para la salud cognitiva
Cuando se hace referencia a los ejercicios, es crucial tener en cuenta que no todos son iguales, y distintos tipos de ejercicios pueden proporcionar beneficios diversos para la salud cerebral.
Ejercicio aeróbico
Actividades como caminar, correr o nadar se han asociado con mejoras en la función cognitiva global, incluida la memoria, la atención y la velocidad de procesamiento.
Entrenamiento de resistencia
Este tipo de ejercicio, que implica levantar pesas o usar bandas de resistencia, puede tener efectos positivos específicamente en la memoria de trabajo y la flexibilidad cognitiva.
Ejercicio mente-cuerpo
Prácticas como el Tai Chi, el yoga y el baile, además de promover la relajación y reducir el estrés, pueden mejorar la memoria y la concentración.
Un metaanálisis realizado por Xiong concluyó que tanto el ejercicio aeróbico como el ejercicio mente-cuerpo ofrecen beneficios positivos para mejorar la memoria de trabajo, la flexibilidad cognitiva y el control inhibitorio de la función ejecutiva en adultos mayores.
También se encontró que los ejercicios de resistencia tenían efectos positivos en el control inhibitorio y la flexibilidad cognitiva, indicando que este tipo de ejercicio puede ser beneficioso para mejorar la función cognitiva a corto plazo.
Recomendaciones para la salud cognitiva
El ejercicio físico emerge como una herramienta beneficiosa a medida que avanzamos en edad, ayudando a preservar y mejorar nuestra salud cognitiva. Al incorporar actividades físicas en nuestra rutina diaria, podemos fortalecer las habilidades cognitivas. Además, el ejercicio fomenta un cerebro más saludable y reduce o posterga el riesgo de deterioro de nuestro cerebro.
Es crucial destacar que no todos los tipos de ejercicio son adecuados para todas las personas. Dependiendo de nuestras capacidades individuales y necesidades, podemos encontrar una actividad física ideal para nosotros.
Si adoptamos un enfoque proactivo en la protección de nuestro cerebro, nos permite disfrutar de una vida más plena y satisfactoria en diferentes etapas de nuestra vida.
Lee: Descubre los sorprendentes beneficios del ejercicio para tu corazón y mente