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Envejecer NO es una enfermedad: ¿Cómo lograrlo saludablemente?

Por: Dra. Legna Vargas Batiz
Psicóloga Clínica, Profesora Universitaria, Hipnoterapeuta, Terapeuta Holística, Master Reiki e Instructora de Qigong/taichi

Al hablar del Ser Humano se destaca al mismo como un ser activo respetando todos los períodos de la vida en los cuales se pueden superar las dificultades tempranas o experiencias negativas para adaptarse mejor a la vida y evolucionar (1). Se reconoce que las personas ayudan a moldear su propio desarrollo y es el producto de dos tipos de influencia: aquello con lo que nacemos (innato/ nature) y lo que nos sucede después del nacimiento (experiencia/nurture)(2). El medio y la experiencia moldean al individuo en crecimiento y modifican con frecuencia algunos efectos de las cualidades innatas.  

Como Psicóloga Clínica y Profesora Universitaria significo al Ser Humano desde una perspectiva holística, en la cual lo veo como uno integral. Desde el holismo cada dimensión de desarrollo (biológica, social, psicológica/mental y espiritual) es importante en cada etapa de la vida. Si cada una de estas dimensiones está en equilibrio y funcional el Ser Humano tendrá una vida más saludable, funcional, activa, longeva y feliz. De lo contrario, si alguna de estas etapas no se desarrolla de manera funcional impactara a la persona de manera que puede desarrollar trastornos, enfermedades y envejecer sin salud ni felicidad.

Al referirnos al proceso de envejecimiento, a la adultez, a la vejez en el marco del ciclo vital queremos enfatizar posibilidades relacionadas con el envejecimiento exitoso, el bienestar subjetivo y la sabiduría. Envejecer y evolucionar acorde con el punto de vista de la psicología holística y positiva, es mirar las maneras de lograrlo mediante el aprendizaje de patrones saludables durante toda la vida. El envejecimiento es un proceso normativo de la vida y de esa manera hay que valorarlo.

La etapa de adultos mayores comienza aproximadamente a los 60 años, donde el potencial periodo de vida máxima de un organismo para la especie humana ha sido estimado en 120 años. Las mujeres pueden esperar vivir unos ocho años más que los hombres ya que socialmente se preocupan mas por su salud y acuden con mayor regularidad a médicos. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estable las siguientes categorías:

Adultos Mayores 

  • 60 – 74 años – Adultos mayores o ancianos jóvenes
  • 75 – 84 años – Adultos mayores o ancianos viejos
  • 85 a 99 años – Adultos mayores o ancianos longevos 
  • Mayores de 100 años – Centenarios

El envejecimiento y la longevidad obedece mucho a los factores genéticos y se relaciona con el sexo (hombre o mujer), la actividad física, la nutrición, la raza, la movilidad, la educación, la ocupación, el empleo, la residencia, la herencia y otros factores como las experiencias culturales, las actitudes hacia el envejecimiento y el estilo de vida. Es aquí que introduzco la interacción de los estilos de crianza y de vida, la nutrición y el manejo de emociones como factores que influyen en la expresión de la genética, enfermedades y envejecimiento (la epigenética).

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La Epigenética es el estudio de cómo el medio ambiente y estilo de vida inciden y pueden cambiar la manera en que los genes y la herencia se expresan (3, 4, 5). Las personas heredan tendencias a expresar ciertos rasgos o conductas, condiciones y enfermedades físicas y mentales las cuales pueden activarse en condiciones de tensión (estresor), y una predisposición genética no podrá expresarse a menos que la persona sea expuesta a cierto tipo de ambiente(1). Por tanto, si la persona desde temprana edad se alimenta saludablemente, se mantiene activo físicamente, aprende destrezas de manejo de estrés y emociones, y vive en equilibrio, necesariamente no va a envejecer enfermo (1). Ciertamente las funciones corporales, metabólicas, musculoesqueletales y cognitivas pueden presentar una minimización y cambio debido al envejecimiento normativo, por ley del uso y desgaste biológico(1).

Ser adulto mayor NO significa que tengo que estar enfermo, ni deprimido, ni solo. Es un mito creer que es normal que los ancianos se depriman (6).  En general, la mayoría de las personas de edad se sienten satisfechas con sus vidas. El estereotipo social y cultural y hasta médico de considerarse la depresión como algo “natural” en el proceso de envejecimiento, actúa de manera negativamente en detectar el padecimiento y ofrecer el tratamiento pertinente. Lamentablemente el envejeciente con depresión no recibe la atención pertinente dado el grado de vulnerabilidad y complejidad que ello envuelve y por ende no reciben un tratamiento adecuado (6).  Cuando la persona de edad avanzada va al médico, suele informar la dolencia física, ya que no suelen hablar de su tristeza y desesperanza, de su falta de interés en las actividades normalmente placenteras, o de su pena después de la muerte de un ser querido (6). Esto provoca que los síntomas emocionales, las condiciones físicas medicas y hasta el duelo, se prolongan por mucho tiempo(6). Además, se debe considerar que el no sanar aspectos emocionales en etapas anteriores de vida pueden provocar somatización, que es síntomas físicos con base emocional y en muchas ocasiones se convierten en enfermedades.

Las ideologías dominantes nos presentan desde el capitalismo que un adulto mayor ya no es productivo y los estereotipos de la vejez afectan su imagen e identidad. Al sentirse marginados, que no aportan y muchas veces rechazados socialmente es que se deprimen, se aíslan, no comparten en grupo lo que propicia el comienzo de su deterioro biopsicosocialespiritual (1).

Requerimos entender que al hablar de salud, no solo es salud física. La salud es un aspecto complejo, amplio, profundo e integral. Estar saludables, más allá de lo físico pero sin obviarlo, es estar congruentes y en equilibrio mental, emocional, en nuestra conducta, valores, funciones sociales, en nuestras practicas espirituales y religiosas. Ser saludables es estar feliz con uno mismo y amarnos y a la misma vez poder amar a otras personas y servir a la sociedad. Cuando realmente y de manera funcional nos amamos y amamos a nuestros seres querido, nos cuidamos física y emocionalmente para poder estar activos y lo mas saludables para vivir y compartir.

Una vez ya seamos adultos mayores tenemos la oportunidad de analizar nuestras vidas y realizar transformaciones para mejorar la calidad de la misma. Podemos preguntarnos: ¿Qué requiero cambiar, qué me gustaría realizar? Siempre hay oportunidad para modificar y ver esta etapa de desarrollo como una hermosa y una bendición.

¿Qué podemos hacer para enseñar y para vivir una Vejez más satisfactoria? Desde la Psicología del Desarrollo, Clínica y Holística y la Epigenética exponemos que el ser humano puede modificar su salud, su condición física, emocional y hasta en cierto grado su ADN. Si nos alimentamos saludablemente, realizamos ejercicios con regularidad, caminar, meditar, realizar técnicas de relajación, y actitud y pensamientos positivos todo nuestro ser se va transformando paso a paso.

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¿Cómo comenzamos? (6)

En la familia, desarrollar en los miembros familiares actitudes empáticas, colaborativas, dirigidas a la salud integral y servicio con el objetivo de crear seres humanos justos y funcionales. Esa educación empática familiar requiere promoverse también en las escuelas y ámbitos laborales para que no haya prejuicios, y si reconocimiento que todas las etapas de vida incluyendo la vejez son importantes. 

Desarrollar estilos de vida y nutrición saludable a temprana edad, pero si ya hemos entrado en la adultez comenzarlos hoy.

Manejo de emociones: es importante reconocer el aspecto emocional y su impacto en la vida, en la salud y en las relaciones. Muchas veces no nos atrevemos a buscar ayuda psicológica por miedo al qué dirán o porque no queremos reconocer que requerimos cambiar. Las emociones y la salud mental son sumamente importante ya que afectan la manera en que nos vemos a nosotros mismos, afecta la autoestima, las relaciones familiares, de pareja y sociales y muchas veces caemos en relaciones tóxicas, violentas y disfuncionales lo que nos lleva a enfermarnos. Busquemos ayuda emocional, es importante.

Recomendaciones:

  • Mantenernos activos mental y físicamente realizando ejercicios, caminar regularmente, taichi/qigong, meditación, orar.
  • Ocuparnos en actividades de mejoramiento y mantenimiento de salud en la comunidad, familia, centros de salud.
  • Mantener conexiones sociales y emocionales con familiares, amistades
  • Considerar el cohousing con amistades para convivencia y estar acompañados, cuando no tengamos familiares cerca.
  • Apoyo espiritual y médico, prevención/intervención temprana/programas de cuido/gobierno diurnos de ser necesarios.
  • Participar en actividades sociales, familiares, mantener tu entorno libre de peligros (tu hogar), cuidar tu aseo personal y llevar un control de tus medicamentos.
  • Pero sobre todo, mantener una actitud positiva y motivación de vida para prevenir la depresión, trastornos cognitivos, aislamiento, soledad, suicidio entre otros.

Quien desde temprano desarrolla estilos de vida saludables en su vejez vive con éxito, competente o activo y tiene menor probabilidad de enfermar o presentar discapacidad asociada, así como un adecuado funcionamiento físico y funcional y un alto compromiso con la vida y la sociedad (6).

Erikson(7) indicaba que en la vejez se presenta la consolidación de la Identidad, sentimiento de satisfacción con los logros de la vida, lo que conocemos con Sabiduría. De lo contrario caemos en desesperación, estrés, depresión como resultado de estilos de vida y relaciones no saludables.

Siempre hay posibilidad de cambios, aún cuando ya tengamos alguna condición médica o mental. Siempre podemos mejorar y comenzar a buscar nuestra felicidad, nuestra paz. Comienza hoy, te invito a reflexionar y encontrar en ti qué quieres hacer nuevo, qué quieres cambiar. Tu puedes, todos podemos, ahora es el tiempo. Busquemos en nosotros lo que nos gusta, lo que queremos realizar, nuestra felicidad y nuestra paz. Envejezcamos saludables, funcionales y felices en bendiciones.

         Hipócrates dijo: No intentes jamás curar el cuerpo, sin antes haber curado el alma… 
Referencias:
1- Vargas, L. (2023). Curso Desarrollo Humano Universidad de Puerto Rico en Ponce.
2- Papalia & Martorell (2021.) Human Development, 14 ed.
3- Medlineplus (2021). What is Epigenetics? https://medlineplus.gov/genetics/understanding/howgeneswork/epigenome/
4- Psychology Today (2023). Epigenetics. https://www.psychologytoday.com/us/basics/epigenetics
5- Waddington (1942) citado en Epigenetics: The origins and evolution of a fashionable topic. Developmental Biology Volume 416, Issue 1, 1 August 2016, Pages 249-254
6- Vargas, L. (2020). Cuso Gerontología. Universidad de Puerto Rico en Ponce.
7- Erikson (1982). Citado en Papalia & Martorell (2021.) Human Development, 14 ed.

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