Según estudios, la esofagitis eosinofílica como una causa más que hay que tener en cuenta en el diagnóstico de la disfagia en el adolescente. Son dos enfermedades que están directamente relacionadas. Veamos en qué consiste cada una de ellas y cuál es su relación.
¿Qué es la esofagitis?
La esofagitis eosinofílica es una enfermedad crónica del esófago. Su esófago es el tubo muscular que transporta alimentos y líquidos desde la boca hasta el estómago. Si tiene esofagitis eosinofílica, unos glóbulos blancos llamados eosinófilos se acumulan en su esófago. Esto causa daño e inflamación, lo que puede provocar dolor, problemas para tragar y el atascamiento de comida en la garganta.
La esofagitis eosinofílica no es común, pero debido a que es una enfermedad reconocida hace poco, recién se está diagnosticando en más personas. Algunas personas que piensan que tienen reflujo gastroesofágico pueden tener esofagitis eosinofílica.
¿Qué es la disfagia?
La disfagia es la dificultad para tragar, es decir, que tu cuerpo necesita más tiempo y esfuerzo para mover los alimentos o líquidos de la boca al estómago. La disfagia puede ser dolorosa. En algunos casos, la deglución es imposible.
La dificultad ocasional para tragar, como cuando comes demasiado rápido o no masticas lo suficiente tu comida, no suele ser motivo de preocupación. Sin embargo, la disfagia persistente puede ser una enfermedad grave que requiere tratamiento.
La disfagia puede manifestarse a cualquier edad, pero es más común en adultos mayores. Las causas de los problemas de deglución varían y el tratamiento depende de la causa.
¿Cuál es la relación entre disfagia y esofagitis?
La disfagia -problemas para tragar al comer y beber- es uno de los síntomas más frecuentes de la esofagitis eosinofílica (EoE). Esta enfermedad inflamatoria crónica provoca la hinchazón del revestimiento del esófago, que es el conducto que conecta la parte posterior de la garganta con el estómago y por el que pasan los alimentos y los líquidos después de ser tragados.
Como complicación de la EoE, la disfagia puede ser incómoda y molesta en el mejor de los casos, y una posible emergencia en el peor, si los alimentos quedan retenidos (atascados) en el esófago y no se mueven. En ese caso, puede ser necesaria la atención médica. Pero, si tiene EoE, hay formas de ayudar a prevenir la disfagia y las complicaciones que puede causar.
Aunque la disfagia puede diagnosticarse cuando hay un problema durante cualquier fase de la deglución, las personas con EoE suelen experimentar problemas para tragar después de que los alimentos se hayan masticado y tragado y luego se queden literalmente atascados en el esófago debido a la hinchazón y la inflamación.
Fuentes: Mayo Clinic, NIH, MedLine Plus