Cerca de 7 millones de personas en Estados Unidos sufren de escoliosis, condición que generalmente se comienza a manifestar a edad temprana, presentando desviaciones en la columna, en forma de C o S. La mayoría de los pacientes de escoliosis son niños que, sin seguimiento ni tratamiento, podrían perder la oportunidad de vivir una infancia saludable.
Afortunadamente, la medicina en Puerto Rico ofrece amplias opciones de tratamiento: desde ejercicios especiales y aparatos ortopédicos, hasta cirugía de escoliosis que permiten a los niños participar en la mayoría de las actividades, generalmente sin restricciones.
Por eso, por primera vez en el país, la comunidad de especialistas en escoliosis pediátrica se une al esfuerzo mundial en junio, cuando se celebra el mes de Concientización sobre Escoliosis, cuyo objetivo es educar sobre los signos de alerta y la necesidad de una detección temprana para lograr un diagnóstico a tiempo que ayude a facilitar su tratamiento y evitar complicaciones de salud. El lema es #IdentificaLaCurva.
“La clave es un diagnóstico temprano y por eso para nosotros es muy importante educar sobre esta condición. Por eso nos unimos a la campaña mundial del mes de la concientización sobre la escoliosis. Ya que la escoliosis es más prevalente en adolescentes que en adultos, detectarla en edad temprana será vital para un tratamiento oportuno y correcto para detener su progresividad” compartió el Dr. Pablo Marrero, ortopeda pediátrico con especialidad en escoliosis.
Si bien es normal que la columna tenga curvaturas e incluso son necesarias para el equilibrio de la espalda, hombros y pelvis, cuando estas curvas se pronuncian de manera exagerada se genera la escoliosis. Es importante identificar los signos de advertencia y, en caso de presentarse alguno de ellos, hacer una consulta médica para que un especialista pueda confirmar o descartar el diagnóstico con una radiografía.
Si nota uno o más de estos signos o síntomas físicos, debe programar un examen con un médico:
- Hombros de diferentes alturas.
- Un lado de la caja torácica que parece más alto que el otro.
- La cadera aparece más alta o prominente de un lado.
- Una pierna puede parecer más corta que la otra.
- El cuerpo se inclina hacia un lado.
- Cintura irregular.
Los exámenes de diagnóstico y poder identificar los primeros signos de advertencia pueden ayudar a detectar la condición. Mientras más temprana sea la detección de la escoliosis, mejores serán los resultados del tratamiento porque es posible acompañar al paciente pediátrico durante su crecimiento y lograr que la desviación esté bajo control evitando mayores complicaciones en su adultez.
Durante la fase inicial de la condición, las personas que la padecen generalmente no sienten dolor, por eso, la escoliosis pocas veces llega a detectarse a tiempo. La escoliosis solo afecta al 2% de las mujeres y al 0.5% de los hombres de la población en general, sin embargo, las causas en el 80% de los casos son idiopáticas, es decir que no presentan una causa conocida y suelen diagnosticarse en personas sanas. El porcentaje restante puede estar asociado a parálisis cerebral, espina bífida, la distrofia muscular, atrofia muscular espinal y tumores.
“La escoliosis, además, tiene un componente genético. Si existen casos de escoliosis en la familia, se debe prestar especial atención a la hora de realizar chequeos regulares. Es importante que si percibe algún síntoma relacionado a la escoliosis, o si nota en el menor alguna señal, acuda a una consulta para que su médico le realice un examen físico y refiera estudios de radiografías para diagnóstico”, añadió el especialista en escoliosis pediátrica.
De ser diagnosticado con escoliosis y dependiendo de la severidad, el médico puede recomendar desde observación, terapias físicas, elementos ortopédicos, ejercicio físico o cirugía correctiva. Cabe resaltar que esta última opción se toma en la menor cantidad de los casos.
“Una cirugía en el momento adecuado generalmente tiene buenos resultados. Si se lleva a cabo temprano, la cirugía suele ser más simple ya que las curvas tienden a ser más flexibles y pequeñas y además la corrección se puede llevar a cabo con segmentos de fusión más cortos. Después del proceso de recuperación, es posible que los pacientes puedan volver a llevar una vida activa normal.” concluyó el Dr. Marrero.
Para más información, pueden comunicarse al 787.705-8926.