Un reciente estudio publicado en Annals of Internal Medicine y liderado por investigadores de la Mayo Clinic ha revelado que la precisión de las calculadoras de riesgo de cardiopatÃa coronaria podrÃa mejorar significativamente al incorporar factores genéticos, de estilo de vida y determinantes sociales de la salud.
El estudio analizó datos de más de 380.000 hombres y mujeres del Biobanco del Reino Unido y evaluó tres modelos de predicción del riesgo de cardiopatÃa coronaria a 10 años: PREVENT, la ecuación de cohortes combinadas y QRISK 3. Los resultados mostraron que incluir puntuaciones de riesgo poligénico, junto con indicadores de comportamiento (actividad fÃsica y calidad del sueño) y factores psicológicos (ansiedad, estrés y depresión), permitió una mejor identificación de personas en alto riesgo de enfermedad cardÃaca.
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Según los hallazgos, incorporar estos elementos mejoró la predicción del riesgo entre un 40 % y 60 %, reclasificando con mayor precisión al 12 % de los participantes, principalmente hacia categorÃas de mayor riesgo. Esto sugiere que el enfoque tradicional de evaluación puede beneficiarse de una visión más integral, que incluya el impacto del entorno y la salud mental en la enfermedad cardÃaca.
Si bien la inclusión de factores genéticos podrÃa incrementar los costos y la complejidad logÃstica, los investigadores destacan que la evaluación de factores psicológicos, sociales y de estilo de vida podrÃa implementarse con mayor facilidad.
Esto permitirÃa identificar de manera más temprana a individuos en riesgo y aplicar intervenciones preventivas, como modificaciones en el estilo de vida, asesoramiento conductual o tratamientos farmacológicos con estatinas.
Estos hallazgos abren la puerta a futuras investigaciones para validar los resultados y determinar la viabilidad de integrar estos factores en las evaluaciones de riesgo cardiovascular de rutina.
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