Las enfermedades neurodegenerativas, como el Alzheimer, afectan a millones de personas, estas cifras siguen motivando a los científicos a buscar soluciones definitivas. Debido a eso, un estudio publicado por British Jorunal of Sports Medicine ha revelado un vínculo esperanzador entre la actividad física y la prevención del deterioro cognitivo y que concluye que mantener una buena aptitud cardiorrespiratoria también reduce significativamente el riesgo de desarrollar demencia en el futuro.
La investigación, que abarcó 12 años y recopiló datos de más de 61.000 personas entre 39 y 70 años, encontró que quienes tenían una mejor capacidad cardiorrespiratoria presentaban un 35% menos de probabilidades de desarrollar Alzheimer. Este efecto positivo se observó incluso en aquellos con predisposición genética a esta enfermedad.
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“Nuestros hallazgos demuestran que mejorar la aptitud cardiovascular puede ser clave para prevenir el deterioro cognitivo, incluso en personas con alto riesgo genético”, explicó la Dra. Weili Xu, investigadora principal del estudio y miembro del Karolinska Institute de Suecia.
Beneficios
Las actividades como correr, nadar o caminar a paso rápido, demostró no solo retrasar el inicio de la demencia en promedio 1.5 años, sino también mejorar el rendimiento cognitivo global desde etapas tempranas. Según los expertos, la aptitud cardiorrespiratoria, que mide la capacidad del corazón y los pulmones para llevar oxígeno a los músculos durante el ejercicio, puede contrarrestar el impacto del envejecimiento en el cuerpo si se practica de forma constante.
“El ejercicio es un verdadero ‘medicamento para el cerebro’, capaz de protegerlo frente a daños estructurales e inflamatorios asociados con enfermedades neurodegenerativas”, señaló el Dr. Richard Isaacson, neurólogo preventivo, quien destacó los múltiples beneficios de mantenerse activo.
El estudio también resalta que, los factores de riesgo como la hipertensión, la obesidad y la diabetes, que afectan la salud del corazón, también están vinculados al deterioro cognitivo y al desarrollo de demencia vascular y Alzheimer. El cardiólogo Dr. Valentin Fuster, en una declaración separada, señaló: “El bienestar de los vasos sanguíneos cerebrales es crucial para prevenir procesos inflamatorios y otros daños asociados con estas enfermedades”.
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Más allá de los beneficios físicos, la actividad aeróbica también contribuye al bienestar emocional, al control del peso y a una mejor calidad del sueño. Para obtener resultados óptimos, se recomienda realizar al menos 150 minutos de actividad física moderada a la semana, como caminar rápido o bailar.