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¡Hay vida después de un trasplante de corazón! Aquí te explicamos el porqué

“El trasplante de corazón realmente es un regalo de vida. Es una oportunidad que tiene un paciente de fallo cardíaco cuyo pronóstico realmente es pobre y cuya probabilidad de fallecer por la condición es alta. Es una oportunidad de vida que tiene poder recibir este regalo de vida que es un corazón nuevo, un corazón que va a poder bombear sangre en este paciente en el cual, lamentablemente, el tratamiento con medicamentos y con dispositivos no fue suficiente”.

Así abordó el doctor Juan Nieves, cardiólogo con especialización en fallo cardíaco avanzado y trasplante de corazón de Puerto Rico Cardiology, sobre el trasplante de corazón, un tratamiento que, por lo general, se reserva para las personas cuya afección no ha mejorado lo suficiente con medicamentos u otras cirugías.

¿En qué consiste el trasplante de corazón?

El trasplante consiste en que, el corazón que alguien ha donado un corazón completamente funcional y sano, se le da a una persona con fallo cardíaco a través de una operación donde se extirpa el corazón que no estaba funcionando adecuadamente y se implanta el nuevo corazón que tendrá la capacidad de poder suplir de sangre a este paciente y “darle un regalo de vida”.

“Esta es una herramienta que nosotros tenemos en Puerto Rico para regalarle una opción de vida a nuestros pacientes de fallo cardíaco. Es una donación realmente maravillosa; nosotros tenemos pacientes en el Centro Cardiovascular que han recibido esta nueva oportunidad de vida y tienen un corazón que le dura 10 años y hasta más. Es realmente maravilloso poder verlos y seguir compartiendo con su familia después de haber estado hospitalizado mucho tiempo y recibiendo tratamiento. El tener la oportunidad de tener un corazón nuevo que está latiendo, que está dándole una nueva oportunidad de vida, realmente es un regalo maravilloso”.

¿Qué pacientes son aptos para trasplante cardíaco?

Cuando una persona tiene fallo cardíaco y con medicamentos y tratamientos no ha sido efectivo y el paciente sigue teniendo síntomas, es importante que los cardiólogos refieran a este tipo de pacientes a un especialista en fallo cardíaco y trasplante de corazón; este entonces podrá determinar si el paciente es candidato o no.

 “Lo importante es que no haya otros órganos envueltos, porque si el paciente también tiene riñones que no están funcionando adecuadamente, de nada vale que se le pueda dar un corazón nuevo si sus riñones también están afectados. Este paciente necesitaría entonces un trasplante de corazón y riñón. Se evalúa además si los pulmones de este paciente están afectados, pues ese paciente necesitará un trasplante de corazón y pulmón”.

En este sentido, al momento de determinar si el paciente es candidato a un trasplante de corazón se debe descartar que el paciente no necesite otro órgano.

Otro de los aspectos que se tienen en cuenta es la edad; “un paciente trasplantable es aquel paciente que puede tolerar una cirugía, y esta es una cirugía complicada a corazón abierto, donde el paciente está un tiempo determinado conectado a unas máquinas que van a estar haciendo la función de su corazón”.

Por ende, las personas con edad avanzada, con casi ochenta años o más son pacientes que por lo general no podrían tolerar una cirugía tan compleja.

“Así que reservamos entonces estos procedimientos para personas que estén lo suficientemente fuertes, personas jóvenes, menos de 70 años sería lo ideal, que no tenga otras condiciones cardiovasculares y que su presión o diabetes estén lo más controladas posible. Porque la oportunidad de un corazón nuevo es un regalo de vida y tú quieres que esa persona cuide ese corazón con mucho cariño, porque es un regalo que le está dando que le está dando la familia del donante o el donante mismo”.

¿Cómo se prepara el paciente para este tipo de cirugía?

Hay mucho apoyo por parte de todo el equipo que está envuelto: trabajadores sociales, médicos, coordinadores de trasplantes, precisó el cardiólogo.

“Se les ofrece mucho apoyo, se les dice exactamente qué conlleva una cirugía tan complicada como esta y se les orienta con respecto a cómo va a ser el proceso de poder recibir este órgano”.

Se trata de un proceso que es largo, pues parte de la evaluación médica también requiere poder entablar una relación con el paciente. También se evalúa cuánto apoyo social tiene ese paciente dónde vive y cuánto lejos está médico de los médicos, porque es un paciente que recibe un corazón y tiene que tener visitas muy seguidas con los médicos que le implantaron el corazón.

“Entonces, quieres asegurarte que puede venir a la cita, que pueda contar con el apoyo familiar suficiente para poder tener todo el tratamiento más completo; así que el paciente se va preparando durante ese tiempo hasta que por fin se enlista. Si cumples todos los criterios para entrar a lista de trasplante se enlista y poco a poco van llegando opciones de corazón que pueden ser compatibles”.

Una vez aparece el corazón con el tamaño adecuado y con el tipo de sangre adecuado, se llama al paciente al hospital, en caso de que no esté no esté hospitalizado. Posteriormente, el paciente se somete a la cirugía; sin embargo, el proceso no finaliza ahí.

“Cuando el paciente recibe el corazón, como médico, como equipo de trasplante, como centro que está trasplantando a ese paciente, tenemos que asegurarnos que ese cuerpo no rechace el corazón. Entonces ahí comienza el proceso de nosotros como especialistas en fallo y trasplante, de poder asegurarnos que ese paciente -que ya de por sí ha sido sometido a una cirugía bastante compleja- pueda su cuerpo no rechazar ese corazón”.

El paciente inicia entonces el consumo de medicamentos que hacen que la respuesta inmunológica de ese paciente que ha recibido el trasplante baje significativamente para que no pueda rechazar ese corazón. Ahí comienza entonces una larga cadena de cambios en medicamentos inmunosupresores, medicamentos para evitar infecciones, etcétera.

Finalizado este proceso, que es esa fase más aguda -la fase período perioperatorio y el posoperatorio más temprano- nos encontramos que ese corazón está funcionando adecuadamente en el cuerpo del paciente. Entonces, el paciente puede regresar a su casa y poco a poco reajustar su vida “con un corazón que va a estar bombeando sangre de manera más eficiente”.

“El paciente va a tener mejor energía, va a sentir que puede hacer cosas que antes no podía, va a poder subir escaleras, caminar, hacer deporte. Y nosotros lo vamos a acompañar en todo ese proceso”.

Se trata entonces de un proceso complicado, desde el proceso de selección de cuáles son los candidatos que se van a beneficiar mucho mejor, el proceso de la cirugía como tal que no deja de ser un proceso muy complicado, el proceso posoperatorio donde la tarea principal es que el paciente no rechace el corazón y, finalmente, el proceso de ajuste que el paciente va a estar experimentando, ya que va a tener un corazón y va a poder hacer cosas que antes no podía.

Posibles riesgos de un trasplante de corazón

“Como cualquier procedimiento invasivo existen riesgos, aunque al momento de selección de los candidatos para un trasplante de corazón uno está mirando que el riesgo sea mínimo”. Y no solamente en este aspecto, refiere el doctor Nieves que también, al momento de seleccionar el órgano, deben asegurarse que los riesgos sean mínimos.

“Uno trata de disminuir el riesgo durante el proceso de la operación tratando de escoger aquel candidato más adecuado para la cirugía, con el órgano que más le va a beneficiar y como cualquier procedimiento quirúrgico uno tiene que tomar”.

Y a pesar de que se haga todo lo posible por alcanzar el éxito en algunos casos puede que el organismo rechace el nuevo corazón, aunque el riesgo es mínimo.

“No deja de ser una operación que conlleva horas y horas de cirugía y realmente podría tener complicaciones, pero las probabilidades uno las trata de menú ir teniendo una buena selección del candidato, una buena selección del donante y manos expertas”.

Perspectivas futuras del paciente con trasplante de corazón

La vida del paciente cambia significativamente luego de un trasplante, “porque cuando uno tiene fallo cardíaco especialmente en estadios bien avanzados, uno no puede ni subir escaleras, hay pacientes que no pueden dormir en la noche porque se sienten fatigados y no pueden respirar bien, así que la calidad de vida en general es bastante pobre”.

Cuando los pacientes reciben esta oportunidad de vida a través de un trasplante de corazón, tienen un corazón que está bombeando sangre y les está llevando sangre al riñón, al cerebro, a los músculos. “Y ellos sienten que pueden hacer muchas cosas, tenemos pacientes que hacen zumba, deporte, ejercicio y hacen tantas cosas que no podían hacer antes”.

Por otro lado, la esperanza de vida de un paciente con fallo cardíaco es de un 50% a los cinco años; mientras que, con un trasplante de corazón, la probabilidad aumenta a más de diez años.

“Lo mejor de esto es tener la oportunidad de estar con tu familia, con tus seres queridos, de hacer las cosas que amas por diez años o más con un trasplante de corazón, es una oportunidad de oro y es una oportunidad hermosa que regala la vida”.

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