La hepatitis alcohólica se suele encontrar asociada a la hepatoesteatosis y a la cirrosis hepática.
El alcohol es una droga legal en la mayoría de los países y la droga más consumida en el mundo. La gente suele subestimar, o incluso ignorar, el efecto negativo que tiene en el cuerpo. Por ejemplo, pocas personas saben lo que es la hepatitis alcohólica.
La hepatitis alcohólica es una inflamación del hígado debido al consumo de alcohol. Se trata de una lesión asintomática que, a largo plazo, puede causar un daño irreversible al hígado, incluido el cáncer de hígado.
La ausencia de síntomas hace casi imposible calcular cuántas personas están afectadas. Sin embargo, se estima que el 35% de las personas que son adictas al alcohol lo sufren.
¿Qué es la hepatitis alcohólica?
Como ya se ha mencionado, la hepatitis alcohólica es una inflamación del hígado. Suele ser causada por el consumo diario prolongado de bebidas alcohólicas. Esta inflamación puede causar daños en el hígado que pueden llegar a ser irreversibles si no se deja de beber alcohol.
La cantidad diaria de alcohol necesaria para presentar este cuadro clínico varía según el sexo. Los hombres que beben entre 30 y 60 gramos de alcohol por día durante 10 años seguramente desarrollarán esta enfermedad.
En el caso de las mujeres, basta con beber entre 20 y 40 gramos por día. Esta diferencia se debe a que las mujeres tienen una menor tolerancia al alcohol que los hombres.
Sin embargo, hay que tener en cuenta que al ingerir más alcohol, el riesgo de desarrollar la enfermedad en un tiempo más corto aumenta considerablemente. Además, entre el 15 y el 40% de los casos de hepatitis alcohólica progresa a una etapa más avanzada de la enfermedad.
¿Cuáles son sus síntomas?
La hepatitis alcohólica puede o no ser sintomática dependiendo del grado de inflamación. Muchas personas no tienen ningún síntoma y la lesión solo puede ser detectada mediante análisis de sangre.
Aunque no haya síntomas, la ictericia es común. Es el amarillamiento de la piel debido a la acumulación de bilirrubina en la sangre. Otros síntomas comunes son las náuseas y los vómitos o la falta de apetito.
Esto significa que las personas con este trastorno suelen estar desnutridas. Además de la enfermedad, el alcohol también causa una disminución del apetito, por lo que estos dos factores se refuerzan mutuamente. Otro signo común de la enfermedad hepática alcohólica es una sensación de debilidad y cansancio.
Si no se toma ninguna medida a tiempo, la hepatitis alcohólica puede provocar una insuficiencia hepática. También se asocia con la esteatosis hepática, la cirrosis e incluso un mayor riesgo de desarrollar cáncer de hígado.
¿Cómo se diagnostica y trata la hepatitis alcohólica?
Para diagnosticar la hepatitis alcohólica, su médico necesita saber exactamente cuánto alcohol bebe cada día. Además, a menudo se realizan diversas pruebas como análisis de sangre, exploraciones del hígado u otras pruebas de imagen.
Dejar de beber es el principal tratamiento. Si esto no es suficiente, se pueden usar corticoesteroides para calmar la inflamación y, como última opción, puede ser necesario un trasplante de hígado.