La hidradenitis supurativa, también conocida como acné inverso, es una enfermedad de la piel, que hace que aparezcan nódulos dolorosos bajo la piel, que pueden romperse y causar mal olor, dejando una cicatriz en la piel cuando desaparecen.
Aunque este problema puede aparecer en cualquier región del cuerpo, es más común en lugares con pelo donde la piel se roza, como bajo las axilas, la ingle, las nalgas o bajo los senos, por ejemplo.
Aunque la hidradenitis no tiene cura, puede ser controlada con medicamentos y pomadas para prevenir la aparición de nódulos y otras complicaciones.
Principales síntomas
Los síntomas pueden aparecer a cualquier edad, pero son más frecuentes después de los 20 años e incluyen:
- Inflamación de la piel con nódulos de varios tamaños
- Enrojecimiento intenso en el área afectada
- Dolor intenso y constante
En algunos casos, los nódulos pueden romperse y liberar pus, causando la aparición de mal olor en el lugar, además de causar un intenso dolor.
Los nódulos pueden tardar varias semanas e incluso meses en desaparecer, siendo más grandes y más dolorosos en personas con sobrepeso, bajo estrés constante o en un período de grandes cambios hormonales, como la pubertad o el embarazo.
Cómo confirmar el diagnóstico
Tras la aparición de estos síntomas, sin mejoría en 2 semanas se recomienda consultar a un dermatólogo para confirmar el diagnóstico sólo mediante historial médico y evaluación física adecuada.
También puede ser necesario el análisis de secreciones purulentas para descartar infección.
Cuando se hace a tiempo, el diagnóstico puede ayudar a reducir las posibilidades de empeoramiento de la afección, así como la aparición de complicaciones, tales como: cicatrices profundas que pueden dificultar el movimiento de la extremidad afectada y causar contracturas permanentes.
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Cómo tratarla
El tratamiento de la hidradenitis supurativa, aunque no cura la enfermedad, ayuda a aliviar los síntomas y a evitar que aparezcan con tanta frecuencia, disminuyendo también las posibilidades de tener complicaciones.
Algunas de las formas más utilizadas para tratar la hidradenitis incluyen:
- Antibióticos tópicos y sistémicos como la tetraciclina, la clindamicina o la eritromicina: eliminan las bacterias de la piel, evitando sobreinfecciones que puedan empeorar la condición
- Inyecciones de corticoides como la Prednisolona o la Triancinolona: reducen la inflamación de los nódulos, aliviando la hinchazón, el dolor y el enrojecimiento
- Analgésicos como el paracetamol o el ibuprofeno: ayudan a aliviar las molestias y el dolor.
Además, el dermatólogo puede prescribir algunos tratamientos biológicos que ayudan a modular la acción del sistema inmunológico, inhibiendo el efecto de algunas proteínas inflamatorias asociadas a la condición de hidradenitis.
Además, debe evitarse en la medida de lo posible todo factor de riesgo que pueda estar en el origen de la hidradenitis supurativa. En las regiones donde crece el vello, como las axilas y las ingles, se recomienda la depilación con láser, evitando los métodos que dañan la piel, así como los desodorantes que causan irritación. También se recomienda llevar ropa suelta, mantener un peso saludable, evitar dietas hiperglucémicas y la ingestión de alcohol y cigarrillos.
En los casos más graves, en los que los síntomas son más intensos y hay una hinchazón exagerada, una infección o la formación de canales, el médico también puede aconsejar la cirugía para eliminar los nódulos y la piel afectada. En estos casos, se puede añadir tratamiento quirúrgico que va a depender de la severidad de condición.