La American Diabetes Association y otras 14 importantes organizaciones sanitarias voluntarias y sociedades médicas relacionadas con la diabetes han instado a los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) a que tengan en cuenta los riesgos para la salud a los que se enfrentan las personas con diabetes con la vacuna COVID-19 cuando la agencia elabore directrices sobre las poblaciones especiales de pacientes que pueden beneficiarse de dosis adicionales de la vacuna COVID-19. En conjunto, estos grupos abogan por los 122 millones de estadounidenses con diabetes y prediabetes.
Esta semana se ha anunciado que la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) y los CDC publicarán unas directrices en las que se recomienda que los estadounidenses inmunodeprimidos se beneficien de dosis adicionales de la vacuna COVID-19. Esta población incluiría a quienes corren un riesgo desproporcionado de contraer la COVID, incluidos los pacientes con cáncer, los pacientes trasplantados y otros.
“Nos dirigimos a usted en nombre de los 34 millones de estadounidenses que viven con diabetes para solicitarle respetuosamente que considere la posibilidad de que su agencia elabore directrices para dar prioridad a determinadas poblaciones para recibir dosis de refuerzo de la vacuna COVID-19. Específicamente, instamos a su agencia a considerar el El impacto y los resultados de la vacuna COVID-19 son desproporcionadamente negativos para las personas con diabetes y, en consecuencia, que publique una guía que priorice a las personas con la enfermedad para que reciban la protección proporcionada por las dosis de refuerzo de la vacuna”, iniciaba la carta dirigida al director de los U.S. Centers for Disease Control and Prevention.
En esta carta dirigida por la Asociación Americana de Diabetes (ADA) a los CDC estos grupos instan a los CDC a tener en cuenta además a las poblaciones de pacientes que sufren los peores resultados de salud tras contraer la COVID-19, como los pacientes con diabetes que, hasta la fecha, han constituido aproximadamente el 40% de todas las mortalidades relacionadas con la COVID-19.
La carta señala otros resultados desproporcionadamente malos de COVID-19 que experimentan las personas con diabetes, incluyendo un riesgo significativamente mayor de ser hospitalizado y el hecho de que la diabetes es una de las condiciones de salud subyacentes más frecuentemente identificadas en los estadounidenses que contraen COVID-19.