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Insuficiencia cardíaca: causas, síntomas, diagnóstico y tratamientos

La insuficiencia cardíaca se produce cuando el músculo del corazón no bombea, de forma eficiente, sangre rica en oxígeno al resto del cuerpo.

Según la Asociación Americana del Corazón, sólo en los Estados Unidos, más de 5 millones de personas, principalmente adultos mayores, sufren de esta afección, y el número sigue en aumento, registrándose alrededor de 400.000 casos nuevos cada año.

Principales causas

La insuficiencia cardíaca suele aparecer cuando existe un trastorno del músculo cardíaco, cuando el corazón se halla sometido a una carga excesiva o cuando existe una combinación de esos dos factores.

Algunos de los trastornos que conducen con mayor frecuencia a esta condición son:

  • Cardiopatía isquémica (infarto de miocardio)
  • Hipertensión arterial
  • Enfermedades valvulares
  • Defectos cardíacos congénitos
  • Daño al músculo cardíaco (miocardiopatía)
  • Miocarditis
  • Ritmos cardíacos anormales (arritmias cardíacas)

Lea también: 5 trastornos relacionados con las enfermedades cardíacas

Con menor frecuencia la condición se manifiesta como consecuencia de enfermedades crónicas, tales como diabetes, VIH, hipertiroidismo, hipotiroidismo o anemia severa. De igual modo pueden causar insuficiencia cardíaca, virus que atacan al corazón, infecciones graves, reacciones alérgicas, coágulos sanguíneos en los pulmones o el uso de ciertos medicamentos.

Síntomas

Esta enfermedad cardíaca puede ser constante (crónica) o puede comenzar de manera repentina (aguda).

El síntoma universal de esta condición es la sensación de falta de aire (disnea), que se pone de manifiesto al hacer esfuerzos físicos o, en casos más graves, en reposo, al acostarse y de forma brusca por la noche.

Otros síntomas muy sugestivos de la enfermedad pueden ser los siguientes:

  • Fatiga y debilidad
  • Hinchazón (edema) en las piernas, los tobillos y los pies
  • Latidos del corazón rápidos o irregulares
  • Menor capacidad para hacer ejercicio
  • Tos o sibilancia constantes con flema blanca o rosa manchada de sangre
  • Mayor necesidad de orinar por la noche
  • Hinchazón del abdomen (ascitis)
  • Aumento de peso muy rápido por retención de líquido
  • Falta de apetito y náuseas
  • Dificultad para concentrarse o menor estado de alerta
  • Dolor en el pecho si la insuficiencia cardíaca es producto de un ataque cardiaco

Diagnóstico

La mayoría de los médicos pueden realizar un diagnóstico provisional de la enfermedad basándose en criterios clínicos relativamente sencillos como la presencia de edema y la falta de aliento.

Sin embargo, tan importante como el diagnóstico de insuficiencia cardíaca es el de la causa que la provoca, ya que en algunos casos esta es reversible. Para ello, se suelen emplear otras exploraciones más sofisticadas:

  • Radiografía de tórax que puede mostrar si el corazón está agrandado y si hay líquido en los pulmones o alrededor de ellos.
  • Electrocardiografía (ECG) para detectar latidos irregulares y esfuerzo cardíaco. Esta prueba puede indicar, además, si el paciente ha sufrido un ataque al corazón.
  • Ecocardiografía para evaluar el funcionamiento de las válvulas, el movimiento de la pared cardíaca y el tamaño del corazón. 
  • Análisis de sangre y orina para estudiar la función renal, iones, glucemia, hemograma, además de proteinemia y proteinuria en caso de edema.

Otras técnicas de imaginología, tales como la resonancia magnética, la ventriculografía nuclear y la angiografía, permiten confirmar el diagnóstico y determinar la gravedad de la enfermedad cardíaca.

Tratamiento

Existen diversos tratamientos que ayudan a reducir el esfuerzo del corazón, entre ellos, los cambios en el estilo de vida, los medicamentos, las intervenciones coronarias percutáneas y la cirugía.

Los especialistas de salud recomiendan, en primer lugar, cuidar el estilo de vida, alejando prácticas nocivas como el tabaquismo y alcoholismo; controlando la presión sanguínea, los niveles de colesterol y la diabetes; siguiendo una dieta moderada, baja en calorías, grasas saturadas y sal: así como practicando ejercicios aeróbicos aprobados por el doctor.

En cuanto a los fármacos, los estudios demuestran que también ayudan a mejorar el funcionamiento del corazón, permitiendo al paciente hacer ejercicio y disfrutar de otras actividades físicas más fácilmente. Los siguientes medicamentos son algunos de los administrados comúnmente a pacientes con insuficiencia cardíaca:

  • Diuréticos, para eliminar el líquido excesivo del organismo
  • Inotrópicos, para aumentar la capacidad de bombeo del corazón
  • Vasodilatadores, como la nitroglicerina, para abrir los vasos sanguíneos estrechados
  • Bloqueantes cálcicos, para mantener abiertos los vasos sanguíneos y disminuir así la presión arterial

En pacientes con otras complicaciones, son empleados algunos procedimientos quirúrgicos, como la reparación o reemplazo de la válvula cardíaca, la implantación de marcapasos o el trasplante de corazón.

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